LA EPOCA COLONIAL
Nacer, casarse y morir en su casa.
Uno de los hechos más notables de la vida familiar colonial era que ésta casi siempre se compartía con parientes lejanos, y con esclavos y sirvientes. En los distintos sectores sociales, la familia no estaba conformada exclusivamente por los padres e hijos, pues normalmente la componían también abuelos, tíos, primos, suegros, yernos, cuñadosy ahijados. En cada historia familiar, razones económicas, demográficas o circunstanciales conducían a que la vida familiar fuera compartida con otros. En algunos lugares esto llegó a ser tan común, que a los primos hermanos simplemente se les llamaba hermanos. Así mismo, la costumbre de la posesión de esclavos domésticos era algo más que una inversión económica: con frecuencia los esclavos dabana sus amos, además de servicios durante toda su vida, compañía y afecto.
La circunstancia de vivir distintos hermanos con sus hijos en casa de los padres, motivados por
Finalmente, toda persona esperaba morir en casa, acompañado de sus familiares y vecinos, y asistido espiritualmente por un representante de la Iglesia. Para todo feligrés la muerte era un trance sumamente difícil, por lo cualtomaba precauciones. Se debía asegurar el auxilio de la Iglesia en el momento de la agonía y una adecuada inhumación bajo la protección de una advocación cristiana. Desde temprana edad la gente de algún recurso adquiría «asiento y lugar» en la catedral o en una parroquia. El primero le garantizaba un puesto cómodo y acorde con su rango en las misas y fiestas religiosas. El segundo le reservaba unsitio eterno bajo las baldosas de la iglesia, cercano a un santo de devoción. Reposar en el propio claustro debía calmar en alguna medida la ansiedad de la muerte.
Los testamentos, tan propios de la época colonial, no sólo eran escritos por las personas ancianas o enfermas. El temor a una muerte intempestiva hacía que aun la gente joven legara su «última voluntad». La redacción de este solemnedocumento era la ocasión de reconocer la elemental humanidad, de arrepentirse, de perdonar, de confesar lo inconfesable y de solicitar en forma detallada el sepelio y el entierro deseado. En las ceremonias más vistosas, el difunto era acompañado por un séquito de frailes y sacerdotes, la misa era cantada, las campanas doblaban y el cortejo marchaba con cruz en alto.
Lo que va a cambiar a finales delsiglo XIX es el espacio donde se desarrollaba el mercado, que tradicionalmente había sido en la plaza principal. La plaza de mercado en todas las ciudades grandes se remodelo, se convirtió en espacio convencional y más distante, era el signo del triunfo de la república. Generalmente se ubicó en una de las salidas de las ciudades. Así la plaza perdió su carácter monopólico de centro vital. Lasciudades crecieron y otros centros de animación comenzaron a ser lugares de mayor concurrencia: parques, paseos o la calle comercial. La rutina cotidiana de encontrarse en la plaza, cambió para frecuentar estos nuevos espacios.
Chicha y cerveza
De las primeras impresiones que se grabaron en la memoria del boliviano Alcides Arguedas en su visita en 1929 fue: «Entretanto, yo voy encontrando en Colombiacosas que no pensaba ver. Por lo pronto, ebrios». Arguedas ofrece en su libro una estadística de consumo de licor del primer trimestre de 1929 en Bogotá, publicada por el periódico El Fígaro:«Se ha bebido 72.000 botellas de aguardiente, 500 botellas de mistelas, 780 botellas de crema, 496 botellas de brandy nacional, cerca de 10.000 botellas de rones y whiskey y más de 7 millones de litros dechicha». Más adelante aclara: «El pueblo bebe chicha y aguardiente; las gentes de la sociedad whiskey, brandy y champaña». El licor era consumido por todos y se utilizaba en exceso, según lo señala el canciller boliviano.
Los intentos por controlar la producción y consumo de la chicha se remontan a la época colonial. Sin embargo, a principios del siglo XX las chicherías constituían un grave problema...
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