La era de la condena
La era de la condena
Recuerdo las palabras dichas por Jesucristo a todos sus seguidores: “no juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados” (Lc 6,37). Hoy en día la gentesuele hacer, no solo juicios a priori sobre los demás, sino que también los condenan. Esto llama mucho mi atención, ya que la justicia establece que todo el mundo es inocente hasta tanto no se muestre locontrario. Sin embargo, actualmente ese principio se da de manera inversa: te condenan hasta que puedas demostrar tu inocencia. Parece ser que a ningún humano se le está permitido errar, porqueenseguida llueven críticas, ofensas, juicio y condenación. Se han olvidado de las sabias palabras de Terencio cuando dijo: “nada humano me es ajeno”. Pero, ¿qué le lleva a una persona acusar con ímpetu aotra? Ciertamente, no siempre abundan las pruebas fehacientes sobre la veracidad de las acusaciones, más bien parecen expresiones de sentimientos indebidamente reprimidos. Algo así como quererdescubrir en el otro aquello que yo padezco. Los demás son como ese espejo en el que se refleja la vergüenza de mi desnudez. ¡Sea usted el jurado! Escribirán por ahí los medios de comunicación, que hacensu mejor esfuerzo para “comunicar”. A propósito de los medios de comunicación, he notado el marcado acento sensacionalista en ciertos temas de interés y sensibilidad nacional. Temas como las drogas,los feminicidios, la pederastia, la corrupción, etc. son tratados con mucha ligereza, en donde se limitan a hacer juicios y condenas, obviando el esfuerzo de concientizar a la población para quepueda enfrentar estos problemas con entereza. A mi entender, sembrando el morbo entre la población pocos resultados positivos se obtendrán, al contrario, solo se logrará levantar el polvo, dejandocontaminado el ambiente. Ese periodismo morboso que se está haciendo en nuestro país le resta veracidad y objetividad a la prensa, creando dudas de si la información escrita es real o es simplemente...
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