LA ESCRITURA DE LOS SAGRADO

El universo, tan completo e infinito como pueda ser, yace y siempre ha existido, dentro de todos nosotros.
Los diversos ideales filosóficos, cuyas manifestaciones han fungido como pilar fundamentalen la cultura y la educación, también han pretendido guiar al pensamiento colectivo de las sociedades hacia la creencia de que el universo existe como algo ajeno a la manifestación del “yo” y del“ser”; es decir, que el universo no puede existir dentro de la persona, que éste no puede residir en su interior, condenándolo entonces, a vagar eternamente en el misterio y lo esotérico; es decir, aldesconocimiento de su sustancia.
La ciencia, por su parte, también ha destinado gran cantidad de sus asuntos para enfocarlos al estudio del funcionamiento de las cosas; observamos entonces, que diversoscientíficos han estudiado al hombre, otros al universo, y también (tal y como sucedió en la filosofía y la religión), han optado por testiguar que estos dos no se compenetran o confeccionan en uno solo.Si bien, las tres disciplinas ulteriores, existen y funcionan para y junto con la sociedad; es más, podríamos afirmar que su existencia la mejora considerablemente. No obstante, por poseer unfuncionamiento benéfico, se debe observar cuidadosamente la afirmación, un tanto negligente, en la que redundan los tres y a la que hacemos mención en esta crítica.
Sería un error caer dentro de lageneralización de hechos, pues si bien, es cierto que filósofos y científicos han manifestado que el hombre es ajeno al universo, pero también es verídico que varios más han dedicado gran parte de suestudio a la refutación de estos juicios.
Una idea, un tanto diferente a la que se expone de manera principal, menciona que el hombre (como sustancia, o sea, como algo eterno), es una manifestaciónpropia del mismo universo, inherente a él, cuyas conciencias están íntimamente correlacionadas (e incluso se podría decir que son la misma conciencia); en otros términos, decimos que el ser humano es...