La escuela de detectives

La escuela de detectives
Ivan Pittaluga

Una revista vieja

Román volvía caminando a su casa. Su mamá ya no lo pasaba a buscar por la escuela.
“Estas en cuarto grado y no son tantas cuadras, podes hacerlas a pie”, le había dicho. Al principio se aburría un poco caminando, pero cuando empezó a curiosear las cosas que los vecinos tiraban, el asunto cambio. Al llegar a casa mostrabaentusiasmado lo que había encontrado: un reloj roto, una cabeza de plástico para guardar pelucas (sin peluca), un ventilador descompuesto.
-Román un día vas a venir con un dinosaurio embalsamado!- le decía su mamá.
-hoy es lunes, mi día de suerte- se ilusionó- A lo mejor encuentro algo especial.
Y algo encontró: junto a un poste de luz había un montón de revistas viejas. Algunas eran como las que habíavisto en la peluquería con muchas fotos y pocas palabras, otras eran como las que leí su papa con pocas fotos y muchas palabras y también había varias historietas, en blanco y negro. Eligio las mas sanas y se las llevo a su casa.
Al llegar, vio que el auto estaba en el garaje. Lo puso contento que su papá ya estuviera en casa.
-¡Miren lo que encontré!- anuncio al entrar.
El papá miro coninterés las revistas
-¡Estas son de mis tiempos!- comentó
-¡que decís Jorge!- bromeó la mama- ¡Estos son nuestro tiempos! Mientras Román se lavaba las manos, escuchaba la risa de su papá, que se divertía con las revistas.
-Vamos dejen eso ahora… Está todo servido- avisó mama
Cuando terminaron de tomar el té- aunque en realidad Román nunca tomaba té sino jugo con galletitas-, su papa busco lacomputadora portátil y se puso a trabajar en la mesa del comedor. Román, en la otra punta de la mesa hizo su tarea y después se tiró en el sillón a leer las revistas.
Y entonces lo vio.

El curso de detective.

El anuncio mostraba un hombre de impermeable y sombrero, con una pipa y cara de inteligente. Decía, en letra bien grande ¡Sea detective!
¡Un detective con pipa e impermeable, resolviendocasos dificilísimos! A Román le encanto la idea: tenía alma de detective. Por eso siempre andaba encontrando cosas.
Había que recortar y mandar un cupón por correo. Prometían enviar el material para hacer el curso y así convertirse en un autentico detective profesional.
Leyó el aviso varias veces. No decía nada de la edad.
-Voy a hacer este curso!- decidió. Y cuando el decidía algo, era difícilpararlo.
Saco la tijera de la cartuchera y recorto el cupón por la línea de puntos. Luego con la letra más prolija que la que era capaz, completo los datos y fue a pedirle un sobre a su papá.
-¿Un sobre? ¿Para qué?- le preguntaba mientras tecleaba a toda velocidad.
-Para mandar esto. ¡Voy a ser detective!- y le alcanzo el cupón.
Su papá dejo de escribir y leyó el recorte. Se echo a reír.-Pero Román la revista que encontraste es viejísima. Esta escuela no debe existir más.
-¿Cómo que es viejísima? ¿No era de cuando eras chico?
-Si
-¿Y vos sos viejísimo?
-No, pero esta escuela…
-¡Mi escuela tiene mas de cien años y está lo más bien!
Y era verdad. Su papá se rindió.
-Vamos a buscar ese sobre.
Después de revisar varios cajones, encontramos unos sobres en la cómoda que estaba enel pasillo.
-¿Sabes cómo se escribe un sobre?
En realidad no sabía, así que su papa le explicó.
-¿Lo puedo llevar ya al correo? ¡Voy en la bici!
El papá miro la hora.
-Esta cerrado. Déjala ahí, en el estante, que yo la llevo mañana.
Esa noche Román soñó que era un detective famoso.
Al día siguiente llovía. La mamá le dijo que se pusiera el impermeable; é se sintió feliz. Se subió lassolapas. Le faltaba la pipa y el sombrero, seguramente se los enviarían por correo desde la Escuela de Detective. Cuando llegó al colegio, comenzó a mirar sus compañeros como si todos fueran sospechosos, hasta que alguien pateó la pelota y comenzó el partido en el patio. Dejó de ser detective para ser Mecí durante un rato.
Cuando volvió a casa, lo primero que hizo fue preguntar:
-¿Ya llego la...