la escuela rural
Nuestra pequeña escuela es el centro de interés de la comunidad. Inmediato a la Iglesia el edificio escolar está, desde luego, en el mejor lugar. Hayun comité educativo formado por media docena de “ciudadanos prominentes”; almas pobres, simples, intensamente interesadas en lograr para sus hijos unaeducación que ellos no pudieron tener. Hay una diminuta biblioteca en esta escuela, tal vez sólo un librero pequeño, pero algo que la gente de la comunidadpueda leer bajo el estímulo del maestro.
Al anochecer la gente joven llega para recibir su parte de instrucción. Prácticamente cada una de nuestrasescuelas rurales sostiene una sesión nocturna para los adultos. Llegan hacia el anochecer y como en esta escuela típica que estamos visitando no hayinstalación para luz artificial, cada persona trae su propia luz, una pequeña vela, y una vez que la coloca sobre su escritorio, comienza con tesón a estudiar sulección.
La maestra rural tiene una vida muy ocupada. Enseñar a leer, escribir y contar sería un juego de niños comparado con lo que esta maestra tieneque hacer en nuestra pequeña escuela rural. Se tiene por supuesto que la maestra trabaje 6 horas diarias; 4 durante el día con los niños y 2 en la nochecon los adultos. Pero los niños tienen el hábito de llegar muy temprano en la mañana e irse pasada la tarde, ¿Acaso no tienen su jardín y sus gallinas ycerdos y abejas y gusanos de seda? ¿No tienen sus costuras y repujado, sus pinturas y sus bordados? ¡Cuatro horas! Ni 10 horas aún serían bastante.
Regístrate para leer el documento completo.