La Escuela Y La Familia
El distanciamiento cultural entre el mundo juvenil y el adulto impide una
socialización escolar capaz de contener y relacionar los contenidos que los alumnos traen de su socialización familiar y mediática. El producto es, en última instancia, la imposibilidad de contribuir mediante el mejoramiento del clima cultural a una inserción más eficaz en la sociedad de lainformación y la comunicación.
Son escasas las experiencias, por parte de la escuela, que tiendan a articular el sentido que traen los jóvenes con aquello que históricamente
Ofrece el sistema escolar: a pesar de los esfuerzos desplegados, históricamente el sistema escolar ha estado más preparado para rechazar
las culturas juveniles para incorporarlas como materia de estudio, investigación yreconocimiento de bienes culturales aportados por los estudiantes. Los programas de estudio ofrecidos a los alumnos a menudo no otorgan el reconocimiento de esos saberes que traen los jóvenes y en algunos casos sólo figuran para ser stigmatizados o desvalorizados. Además,
las diferencias socioeconómicas tienden a ser factores de exclusión escolar no sólo por las carencias y la rápida incorporación alprecario mercado laboral, sino porque la escuela ofrece poca flexibilidad y capacidad
Es cierto que la utilidad social de los estudios a menudo parece incierta, que la relación costo/beneficio está demasiado vagamente definida en un sistema donde el valor social de los títulos suele ser bastante difícil de medir. El título puede entonces convertirse en unfin en sí mismo, cuando permite prolongar lacondición de estudiantey construir una juventud hecha de afinidades electivas, pequeños empleos y una autonomización progresiva. Por otra parte, las áreas profesionalizadas conllevan a veces cierta frustración intelectual y el
temor a salir demasiado rápido de la juventud. De esta forma, los estudios se perciben como una prueba y como una aventura de la personalidad. No marcan verdaderamente laentrada a la vida adulta.
Son un espacio al que cada quien se adapta de manera individual. François Dubet, “Los estudiantes”, en Revista de Investigación Educativa, Instituto de Investigaciones en Educación, Universidad
Veracruzana, Xalapa, Veracruz, julio-diciembre, 2005, p. 68.
retentiva de quienes se ven obligados a desatender esporádicamente la participación en clase. Tanto los programasescolares rígidos, el vínculo hasta hoy autoritario que caracteriza la interrelación con los alumnos, la inexperiencia del sistema para trabajar con las subculturas juveniles y la preeminencia de modelos
individualistas y fragmentarios hace que no sea fácil la retención escolar y que
dicha incapacidad contribuya de alguna manera a reforzar los modelos de exclusión que imperan en el nivelsocioeconómico. Muchas veces para los jóvenes el mundo escolar no está integrado al mundo que lo rodea. Sienten que se trata de dos mundos diferentes. Por su parte, el sistema escolar encuentra dificultades para integrar los saberes que poseen los jóvenes o cuando los integran lo hacen en el marco de condiciones de subalternización, cuando deberían ser relaciones de negociación con los propios jóvenes. Estadistancia se ahonda más porque la escuela no es el único espacio de distribución del conocimiento y existen formatos dinámicos, rápidos y versátiles que logran imponer no sólo contenidos sino metodologías de enseñanza/aprendizaje. Los
medios de comunicación masiva y las tecnologías de la información y la comunicación proponen multiplicar las fuentes de saberes pero además disputan un espacio delegitimidad con la propia escuela. Mientras los nuevos formatos ganan en legitimidad frente a la escuela, ésta a menudo suele desconocer las complejas realidades de la sociedad contemporánea. Los jóvenes advierten en su cotidianeidad que los saberes eficaces dentro del mundo se adquieren en contacto con los medios de comunicación y que la escuela no puede competir con
la riqueza simbólica que...
Regístrate para leer el documento completo.