La estetica kantiana

La estética kantiana ante el arte contemporáneo

1.- La exigencia racional del sentir común

Es bien sabido que la obra de Kant se nuclea en torno a las tres Críticas. La primera, la Crítica de la razón pura, estudia el conocimiento objetivo del mundo, el modo de ser de los entes en cuanto fenómenos, es decir, en cuanto captables desde las redes de la heteronomía. En ese ámbito, laexigencia o interés de la razón es llegar al conocimiento total, a la síntesis completa, lo que nos conduciría a la previsión y al control total del mundo. Felizmente eso no se consigue, pues, en caso contrario, nosotros también hubiéramos caído atrapados por esa determinación total como una especie de cazador cazado, anulando nuestra libertad (determinismo).
Por el contrario, el interés oexigencia de la razón moral, la estudiada en la Crítica de razón práctica, es la de no ser heterónomo, sino libre; no otra cosa ordena el imperativo categórico. Comprendemos además que ese interés es superior al teórico, es decir, que queremos saber para ser libres, para utilizar el mundo en pro de la realización de la libertad: «porque todo interés es, en último término, práctico, y el interésmismo de la razón especulativa es condicionado y sólo en el uso práctico está completo»[1]. Más aún: «Interés es aquello por lo que la razón se convierte en práctica, es decir, en una causa que determina la voluntad»[2]. Tenemos entonces que la razón es el lugar donde se expresan en su mayor grado de conciencia los más hondos intereses de la subjetividad: la realización de la libertad, del seroriginario, el interés de realizar lo no dado, lo que aún está en camino, el ser que se pone a sí mismo como tarea. Esto también tendrá lugar en nuestro tema.
Este artículo se centra en la tercera, en la Crítica del Juicio. Ella se propone indagar los caminos de la síntesis entre libertad y naturaleza, estudiada en las dos Críticas anteriores, o sea, tratar de encontrar en la naturaleza apoyosque hagan posible la realización de la libertad en el mundo. Por eso investiga cómo los fines (de la subjetividad) pueden hacerse objetivos. En consecuencia, el hilo conductor de esta tercera Crítica, o sea, la perspectiva desde la que se considera la realidad de la naturaleza, ya no es el mecanicismo, objeto de la primera Crítica, sino la de la finalidad, para ver si la naturaleza exhibe desdesí una cierta finalidad y es susceptible, por tanto, de ser elaborada desde fines. Este movimiento parte por tanto también del interés de la libertad, que pide lo todavía no dado pero querido, y por eso el fin es un concepto que surge originariamente de la razón[3], y se extiende a todos los ámbitos: «A toda facultad del espíritu se le puede atribuir un interés, es decir, un principio que contienela condición, la única bajo la cual es favorecido el ejercicio de la misma. La razón, como facultad de los principios, determina el interés de todas las fuerzas del ánimo y el suyo mismo»[4]. Podríamos decir, pues, que toda la Crítica del Juicio está urdida desde la perspectiva del fin, desde esos intereses de la razón, esta vez de una razón empeñada en la síntesis de libertad y naturaleza, y quecabría llamarla Crítica de la razón sintética.
La tarea de la Crítica del Juicio se ramifica en diversos ámbitos o asuntos, estudiados en sus dos partes. La «Crítica del Juicio estético», su primera parte, trata de lo bello y lo sublime naturales, así como del arte, y es aquí donde se ubica nuestro tema, mientras que la «Crítica del Juicio teleológico» versa fundamentalmente, 1º, sobre laespecificación de la experiencia, es decir, cómo pasamos de la experiencia en general (la determinada por las categorías) a las leyes y conceptos particulares, 2º, sobre las naturalezas vivas, en la que yo colocaría también nuestro cuerpo propio, 3º, acerca de la historia, que básicamente es la historia política y el camino hacia la paz, acabando, 4º, con reflexiones sobre la teología moral....