La estrategia actual del sindicalismo peruano
Y a la vez, para la derecha antidemocrática local, la CGTP es poco menos que uno de los jinetes del apocalipsis. Los empresarios no nos desean ver en las negociaciones colectivas, ni asesorando a lossindicatos de empresa. Para unos muy poco y para otros demasiado.
Para entender es necesario ponernos de acuerdo primero, en algunas cosas.
El movimiento sindical en el Perú es débil. La tasa de afiliación sindical es una de las más bajas en América latina (alrededor de 8,65%) y ya se ha interrumpido la tendencia de crecimiento de los años anteriores. Másaún, la debilidad del sindicalismolocal tiene diferentes rostros, por decirlo de alguna manera. La fragilidad orgánica es tal vez la más importante. Por ejemplo, la CGTP articula una red bastante precaria de sindicatos, federaciones y territoriales con diferentes tradiciones, liderazgos e identidades. Si bien todos nos reconocemos parte de una misma membresía, los niveles de autonomía de cada parte son muy altos -que es lo mismoque los bajos niveles de coerción desde la confederal-, por lo que sostener en el tiempo acciones colectivas resulta muy difícil.
La debilidad económica del sindicalismo es también una seria limitación. A diferencia de algunas muy exitosas ONGs, los sindicatos disponen de escasos recursos. La alta autonomía descrita líneas arriba se expresa lamentablemente en el no pago de las cuotassindicales. En este tema, que exige un post especialmente dedicado, solo cabe señalar que el problema no es el trabajador sindiclaista. El afiliado cotiza bien y regularmente. Los sindicatos no siempre cotizan a sus federaciones y éstas casi nunca a la confederal. La debilidad económica, -no es necesario profundizar más-, limita el radio de acción de la institución y nos hace dependientes de la solidaridadinternacional.
Otro problema, y muy serio, es la brecha generacional existente entre nuestras filas. La crisis sindical de los 90s, provoco que el natural proceso de renovación de cuadros se interrumpiera dramáticamente. A mediados de los 90s era casi imposible encontrar un dirigente sindical menor de 30 años, hoy ocurre algo similar. No hay dirigentes en base cuatro. Los hay menores de 30sy mayores de 50s. Este vacío tiene un impacto en los códigos de comunicación, simbología y tradiciones ciudadanas (para ya ni mencionar a las tradiciones políticas). Esto dificulta aún más, los necesarios pocesos de renovación y promoción de nuevos liderazgos.
Otro problema necesario de mencionar es la partidarización de la acción sindical, al punto de llevarnos a divisiones y paralelismosabusurdos. En general, como lo he señalado en otros artículos, cada periodo de crecimiento sindical ha venido aparejado de una profunda división y enfrentamiento. Las actuales rupturas no son materia de estrategia gremial, ni de fracturas transversales; se trata de disputas partidarias en las cúpulas sindicales. Si bien hemos aprendido el valor de la unidad durante la crisis de los 90s, algunossectores creen que aún es posible, un sindicalismo de correa de transmisión y cooptación partidaria.
Esos son algunos de los principales problemas que enfrentamos. Ciertamente, a pesar de lo dicho, el movimiento sindical es -a mi juicio-, lo más estructurado, representativo y democrático en la sociedad civil actualmente. Lo cual, no dice tanto de nosotros, como de la debilidad en que anda el...
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