La estupidez de Endo si se pega

Se Encontraba observando con diversión a los tres chicos frente a él, no es que le diera gracia ni mucho menos lo que les pasaba ya que él en su momento tuvo que lidiar con eso y debía admitir que efectivamente la palabra desesperante le quedaba corto al gran problema que aquellos presentaban.


–Kazemaru…–chillo un peliverde a su lado. El peliazul le sonrió tranquilo observándolo con un pocode culpa en sus ojos. – ¿Cómo rayos soportas la estupidez de Endo?– suspiro Midorikawa colgándose del cuello del ex velocista.


–Vamos que un secreto debes tener– corroboro otro más de cabello platinado observándolo atento.


–Si, Fubuki tiene razón– Afirmo un pelicafe con mechas blancas de ojos azul grisescos con el ceño fruncido– anda Ichirouta suéltalo de una vez por las buenas o tehago que lo sueltes por las malas…–menciono amenazante.


–No es necesario las amenazas Fudou– resoplo el peliazul con nerviosismo al observar el rostro serio del Estratega –Pero agradecería que me dijeran cual es el problema en primer lugar…– pregunto, bueno bien, bien si sabia cual era su problema pero lo quería escuchar de sus labios.


Hace solo unas horas se encontraba sentado de lo mástranquilo  mirando televisión en la sala de su casa, aburrido y sin nada que hacer hasta que poco a poco cedió al sueño cerrando sus parpados felizmente por completo. Todo era tranquilo, era verano, el aire acondicionado estaba encendido, había comido su platillo favorito, el dormía y soñaba con el portero pelicafe que tanto amaba, todo era por así decirlo…simplemente perfecto. O bueno hasta que….– ¡kaze Ábrenos!, ¡kaze! ¡¡¡¡¡Kazemaruuuuuuuuuuuuuu!!!!! …


Así es efectivamente habían empezado a tocar su puerta y a llamarlo frenéticamente entre varias voces que pudo reconocer como las de Fubuki y Midorikawa. El peliazul chisto entre sueños fastidiado  volteando su rostro y acomodar mejor su cuerpo en el largo sillón donde se encontraba dormido, ignorando por completo los gritos yllamados desde afuera de su casa no tenia ánimos de atender la puerta y menos interrumpir esa paz tan amena que hace poco disfrutaba, en algún momento se tenían que cansar ¿no?


– ¡Ábrenos maldito emo afeminado! ¡Se que estas ahí! ¡Abre si no quieres que deje a tu estúpido portero sin hombría! – gritaron enfurecido desde afuera. Kazemaru no necesito más que esas simples palabras que salieron deboca Fudou para levantarse lomas rápido que pudo a abrir la puerta con velocidad encontrándose con tres de sus compañeros que lo observaban a atentos a amenos la mayoría ya que uno de ellos para ser exactos el de mechas blancas lo miraba con su estúpida sonrisa  burlona casi  haciendo alusión a la frase “no que no salías”  mientras Fubuki permanecía quieto esperando la reacción de Kazemaru quienfue casi tirado al suelo al sentir como el ex capitán de tormenta géminis se abalanzaba sobre el llorando histéricamente.


– ¡Kaze!... ¡Hiroto, Hiroto es tan estúpido!– exclamo Midorikawa y tras esas palabras al Ichirouta le fueron suficientes para saber el problema por el que los tres lo fueron a ver. Así sin más preámbulo les dio el paso hacia su habitación  donde trataba de luchar por noecharse a reír en cualquier momento al ver lo afligidos que se encontraban los recién llegados.


–Bueno suelta la sopa emo–volvió a bufar Fudou.


–Es que ya te dije no se dé que hablan– se defendió el ex velocista– ¿Cómo quieren que les ayude si no tengo ni la más remota idea de lo que dicen?


–Ok–mustio el estratega bajo la mirada expectante de todos –ya me canse así que… por las malasserá– dijo acercándose con rapidez al cuello del peliazul para comenzarlo a estrangularlo, mientras el Ichirouta reía como frenético ante la actitud infantil de Akio que ni bien le hacía cosquillas en el cuello –habla maldito afeminado…


–Vamos que se nota que tienes frustración sexual acumulada, cálmate Fudou…– rio Kazemaru, el chico más molesto apretó su agarre.


–¡¡¡Y DE QUIEN CREES ES...