La etica del paleolitico
En los últimos tiempos, la sociedad mexicana se ha preocupado por medir a las personas en términos de producción y acumulación de bienes, en lugar de por apertura a la experiencia y crecimiento personal. Con frecuencia pregunto a mis alumnos ¿Quiénes eran más felices, los que vivimos en el siglo XXI o los que vivieron en la prehistoria? A simple vistala pregunta parece absurda y la contestación obvia: ¡nosotros! Y comenzamos a enlistar una serie de cosas como el no tener que ir y venir en busca de comida, las comodidades que trajo la electricidad, es decir, televisión, radio, computadoras, fax, refrigeradores, tarjetas de crédito…y la lista puede crecer incluyendo autos, aviones o los ya posibles viajes al espacio por la módica cantidad deveinte millones de dólares. La vida sedentaria nos ha hecho más felices pues se inventó la cerámica, el ladrillo, la ropa de fibras vegetales, llegó la religión, el gobierno, las leyes, los impuestos, la esclavitud, el colesterol…el stress.
La gran mayoría de los objetos que nuestra gran lista podría contener, han dejado de ser objetos para nuestra comodidad y bienestar y se han vuelto el parámetrocon que medimos nuestra pobreza o nuestra riqueza y la de los demás. Ciertamente son los objetos que nos unifican, por que en países como el nuestro, muchos lucharán por obtenerlos y otros lucharán por no perderlos. Son los objetos-símbolos con los que puedo constatar mi éxito, pues miden la distancia que hay del lugar donde empecé hasta donde he llegado. Si he llegado más lejos de lo queesperaba me sentiré exitoso y si esperaba llegar más lejos de donde llegamos, la sensación será de desilusión.
En esta lucha por la obtención de bienes materiales con el que pueda evidenciar que tenemos más que nuestros padres, más que los vecinos, más de lo que tenía hace diez años, a destruido la relación con nuestra familia, con la sociedad, con la naturaleza. Aquella comunicación con el medioambiente, a la cual el hombre transformó para su bienestar y que a su vez lo transformó, ha sido malograda. Este coloquio entre el hombre con el mundo a cesado y en la búsqueda de nuevos parámetros ( o parámetros ya olvidados) que reactiven este interrumpido diálogo, los historiadores podemos cooperar ofreciendo una mirada, no a los hombres del paleolítico cuyos registros fósiles no permiten escucharni mucho menos indicar los códigos morales a los que se adherían, sino a los cazadores recolectores contemporáneos, que lejos de vivir de forma solitaria, dura, pobre, peligrosa, brutal y breve, podrían ofrecernos un espejo donde pudiéramos observar lo que fuimos, no porque se piense que el pasado fue mejor, sino porque nos puede ser útil en el establecimiento de objetivos para ese mundo que losmexicanos nos empeñamos en cambiar.
Investigadores como Richard Lee, Marshall Sahlins y otros, principalmente de la Universidad de Harvard, han demostrado que los cazadores –recolectores como los ¡Kung San de la frontera entre Botswana y Namibia, en la línea norte del desierto de Kalahari, experimentan una vida intensamente social. Por su condición de nómadas llevan su cultura, es decir, suscanciones, bailes y relatos en su cabeza y trabajan ¡21 horas a la semana! Con este horario de trabajo, consiguen el cuarenta por ciento de su dieta representada en la carne que consiguen los hombres. Las mujeres trabajan cerca de 12 horas a la semana para conseguir los alimentos de origen vegetal y que significa el otro 60% de su dieta. Es cierto que si se suma el tiempo que invierten en fabricararmas, herramientas y otros instrumentos, además de otro tipo de labores caseras, se calcula que los hombres trabajan unas 44 horas sin contar el cuidado de los niños. El hecho de que las mujeres Kung consigan el mayor porcentaje de comida y que el número de horas de trabajo se incremente con la crianza de los niños, les proporciona un poder político como no se observa en ninguna sociedad actual....
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