LA EUTANASIA

Carmenza Ochoa, la mujer que guía a los que no quieren vivir más
Es la directora de Pro derecho a morir dignamente. Es una guía en el camino a la eutanasia.
Carmenza Ochoa no le tiene miedo a la muerte. Tampoco llora en los entierros. Antes de dar una entrevista y de que le tomen fotos se quita el broche que por estos días lleva en la solapa de su saco. Es una bruja hecha en porcelanicron queusa en la época de Halloween. “Es que después dirán que quién sabe en qué cuento raro ando”, dice. Durante muchos años ha tenido que lidiar con varios estigmas. No es para menos. Ella se dedica a asesorar a las personas que deciden cómo morir, que deciden que les aplique la eutanasia, despenalizada en el país gracias a la Sentencia C-239/97 y cuya reglamentación está siendo debatida en el Congresode la República.
Carmenza es la directora de la Fundación pro derecho a morir dignamente. Ella sabe que su trabajo no es normal y que es mejor no hablar de religión cuando se empieza a profundizar sobre el tema de la muerte. “Yo prefiero no referirme a eso. Solo diré que la muerte es simplemente el final de la vida. Y qué mejor que uno mismo pueda escoger cómo debe ser ese final”, dice. Pero esono pensaba 22 años atrás.
“Las ideas sobre la vida y la muerte han cambiado. Mi carácter también. Cuando se está tan cerca de este tema, todo cambia. Lo material como sinónimo de felicidad deja de existir”, cuenta Carmenza, que se enteró del tema de la eutanasia por un comercial de finales de los ochenta que protagonizaba Fernando González Pacheco.
“Así supe de la fundación y decidí servoluntaria”. Durante esa época, como asistente ocasional, estudió a fondo el tema. Para ese entonces, el caso de Karen Ann Quinlan (Estados Unidos) tenía al mundo hablando del derecho de morir dignamente. Karen tenía 21 años cuando fue a una fiesta y después de consumir licor y otras sustancias quedó inconsciente. Nunca más reaccionó. Su familia no quiso que se mantuviera con vida por medio de máquinas ymétodos artificiales y decidieron desconectarla del respirador.
“Ese caso me marcó. Decidí tomar clases y aprender más sobre el tema”. Recuerda Carmenza que uno de sus maestros fue el padre Alfonso Llano y que en medio de esa búsqueda por conocer más, se especializó en bioética. “Conocía más sobre la muerte, pero seguía siendo voluntaria y ejerciendo mi carrera como odontóloga normalmente”.
Nopasaron muchos años antes de que le ofrecieran la dirección de la fundación. No dudó en aceptar. Desde entonces, todos los días atiende a personas que no quieren vivir más. O mejor, que quieren vivir hasta donde lo puedan hacer con dignidad. Hasta cuando ellos quieran.
Aunque ha visto ciento de caras, no olvida ninguna. “Muchas marcan mi propia vida”. Ella no está para decirle a alguien si estábien que desee morir o no. Ella es especialista en escuchar y en ayudar a quienes tomen la decisión. Recuerda a algunas personas que la han consultado y días después ve sus nombres en el obituario de los periódicos.
“No es fácil, pero sé que mi trabajo lo hago responsable y conscientemente”. Carmenza dice tener un “don” especial que le permite separar las historias que escucha a diario (dolorosasgeneralmente) de su vida personal. “Si no fuera así, no podría trabajar en esto”.
Su familia apoya lo que hace. Muchos ya firmaron un documento que les daría el derecho en caso de padecer de una enfermedad terminal de proceder a la eutanasia. “Es la mejor decisión, poder elegir cómo y cuándo morir”.
Este año han asistido en búsqueda de asesoría más de cien personas. No todas, aclara, se handecidido. “La gente viene porque quiere que los escuchen. Primero se excusan aclarando que aman a sus familiares, pero que en el fondo saben que lo mejor es que se mueran, que es cruel vivir con un dolor profundo”.
Las enfermedades más comunes son cáncer o esclerosis. Son más dolorosas. "Las que más dificultan vivir dignamente", cuenta Carmenza, quien recuerda que varias de las personas que ha...