La eutanasia

Vivimos en un mundo en donde se dice nadie es dueño de nadie, en donde tampoco nadie es capaz de pensar en los demás, es indudable que el primer derecho que puede asistir hoy a todo ser humano es elde la vida, pero muchas veces este derecho se ve afectado por ciertas y lamentables condiciones de salud, así no cabe la menor duda si se está cuidando la vida o prolongando la agonía o sufrimientoque puede llevar a la muerte. Muchas veces, en momentos así nos preguntamos, ¿qué debemos hacer? En estos casos la persona enferma puede inducirse la muerte sin la cooperación de otros. Puede serprovocada también por otros a petición de la persona enferma. La pregunta de todos, ¿somos capaces de quitar la vida a un ser humano?
Es indiscutible el derecho del paciente a decidir sobre eltratamiento que desea, por lo tanto se reconoce el derecho a morir de un paciente terminal, pero siempre y cuando cumpla con las condiciones legales determinadas. Así nos encaminamos al cercano ejemplo deRamón Sampedro, ex marinero, que quedó tetraplégico a la edad de 25 años al sufrir un accidente, al tirarse de cabeza al agua desde una roca. Fue de hecho el primer ciudadano en España en pedir laeutanasia. Ramón Sampedro argumentaba sobre el derecho de cada persona a disponer de su propia vida, estando incapacitado para cometer el suicidio. Realmente si nos ponemos a pensar en como se pasa lavida durante 26 años en una cama, sin movimientos, sin caminar, sin hacer nada es duro y frustrante. Quizás también influya el hecho de que la familia también sufra o se “canse” de la situación y delsufrimiento de su familiar paciente. Dejándonos llevar por la siguiente expresión de Ramón Sampedro, podemos meditar un poco: “La vida para mí en este estado no es digna…” Nos estaremos preguntandoel por que no es digna, si le dan todo, lo quieren, lo atienden, pues, quizás sea la misma razón mencionada, la agonía de la persona, la posición en la que está, sufriendo. Si pienso que en casos...