La Eutanasia

EUTANASIA
¿Una forma de proteger penalmente la vida humana?*


Iván Fabio Meini Méndez**

Nuestro ordenamiento jurídico sanciona con una pena privativa de libertad no mayor de tres años aquien, por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente poner fin a sus intolerables dolores. La eutanasia –se dice– al igual que el homicidio o el asesinato, es undelito en el cual se protege a la vida humana independiente. En la medida en que en los últimos tiempos son cada vez más los sectores que proclaman una alternativa no penal al tratamiento jurídico de ladisponibilidad de la propia vida, conviene analizar hasta qué punto en un Estado democrático resulta legítimo sancionar penalmente la eutanasia.

En primer lugar, nadie tiene el derecho de disponerde la vida de otro, y solo uno mismo puede disponer de su vida. Esta afirmación se corrobora con la punición del homicidio y de aquellas otras modalidades de delito contra la vida en las que el autordispone, sin derecho, de la vida de un tercero. También se corrobora con la impunidad del suicidio. Pero, sobre todo, choca frontalmente con la tipificación de la eutanasia, pues si el enfermoincurable pudiera hacerlo con sus propias manos, no necesitaría, por ejemplo, que otro desconecte la máquina que le permite sobrevivir. Aunque la punición de la eutanasia persiga la prolongación de la vidahumana, el que esto se haga en manifiesta contradicción de la voluntad de la persona, no impide reconocer que se trata de un acto en que terceras personas disponen sobre una vida ajena.

En segundolugar, la vida es un derecho fundamental de todo ser humano, así como la libertad de pensamiento y decisión y la dignidad. El que no estemos de acuerdo con la decisión libremente adoptada de quienprefiere morir, no nos confiere el derecho a intervenir en ella. En un Estado democrático, las consideraciones religiosas, morales o éticas que se pronuncien en contra de la eutanasia –por muy loables...