La eutanasia



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introducción
La sociedad actual postmoderna, con un carácter fuertemente individualista, materialista, hedonista y utilitarista, considera a los enfermos, los ancianos y aquellos que tienen deficiencias como una carga que debe ser descartada en favor del bienestar de los sanos y útiles. La eutanasia se presenta entonces comola solución al complejo tema de la enfermedad.
Debido al trato que se les da, trato que no es humano ni compasivo, las personas enfermas ven su futuro sin perspectivas positivas manifestando entonces el deseo de morir. Este deseo es visto como el medio para salir de la situación negativa en la que se hallan. No tienen a su alcance alternativas viables que les permitan hacer frente al momentodifícil de sufrimiento emocional y dolor físico. Dado que el valor trascendente de la vida ha sufrido un serio deterioro en el concepto general de las personas, y que la ética secular analiza los hechos del hombre por sus resultados, la vida pierde entonces su sentido si no tiene productividad.
El tema de la eutanasia genera un debate controvertido y muchas veces tendencioso de parte de aquellosque están a favor de su legalización. El uso de eufemismos para referirse a ella, ya que el término eutanasia tiene una fuerte carga emocional negativa, provoca confusión en la opinión pública y lo hace con la clara intención de generar simpatía por la aplicación de la misma. Se habla de “derecho a morir”, “muerte digna”, “muerte sin sufrimiento” que son expresiones que evitan decir que, enverdad, se está matando a alguien.
La máscara de piedad con la que se pretende rodear al uso de la eutanasia no es sostenible cuando se analizan profundamente las verdaderas intenciones que se hallan detrás de quienes buscan que sea legal practicarla. Más que impulsados por la misericordia, lo hacen por intereses egoístas, utilitaristas y económicos. El hombre actual pretende tomar el lugar de juezy decidir quién vive y quién no, no aceptando sus limitaciones en los aspectos fundamentales de la vida humana y manejándolos según sus criterios propios. La postmodernidad, época en donde se ha perdido el sentido profundo de la existencia humana, ha permitido que el narcisismo gane el pensamiento de los hombres. Sólo es valorado lo perfecto, lo bello y lo útil. Lo trascendente ha cedido sulugar a lo estético y lo superficial.
El avance de la medicina y de la tecnología aplicada a ella ha hecho que se desarrolle una gran incoherencia entre el deseo de alargar la vida hasta límites impensados siglos atrás y la expresión de cortar el sufrimiento de la muerte. El hombre quiere tomar el lugar de Dios. La eutanasia, junto a nuevos temas relacionados con la bioética, como lo son elaborto, la manipulación de genes, los ensayos con células madres, la fertilización in vitro entre otros, genera problemas éticos de difícil tratamiento.
La Iglesia debe tener una opinión al respecto y dicha opinión debe surgir de un análisis profundo y serio de la Palabra de Dios. Su expresión a favor de la vida debe ser rotunda, sin que por ello se coarte la libertad de las personas a decidir quéhacer o no hacer frente a determinadas situaciones. La Iglesia debe presentar alternativas a la aplicación de la eutanasia, su función debe ser formativa y orientativa, generando en las personas conocimiento, conciencia y capacidad de decisión. Ello, sin olvidar algo que es fundamental y no debe ser desatendido, sólo Dios es soberano para decidir quien vive y quien muere.
Cabe preguntarse al finalde esta primera década del siglo XXI, si la Iglesia tiene los principios bíblicos firmes, la ética bíblica y la moral activa para pararse y hacer resistencia a la cultura de la muerte que se alza sobre la sociedad.




CAPÍTULO 1
LA SOCIEDAD Y LA MUERTE DULCE
La crisis moral y religiosa de la sociedad ha resultado en una pérdida del valor de la vida humana. En este contexto, la...