LA EVOLUCIÓN SOCIAL DE CHILE EN EL SIGLO XIX
Unidad 3: La creación de una Nación
Fuente: Guillermo Feliú Cruz, Publicado como Apéndice del libro “La abolición de la esclavitud en Chile”, Santiago, 1942.
TEXTO COMPLETO
El objeto de este estudio es presentar en la forma de un esquema, de un panorama o de un ensayo, los rasgos más salientes y esenciales de la evolución social enChile en el siglo XIX. Un plan o método así concebido es siempre arbitrario. Lo es por dos razones. Porque el historiador se encuentra obligado a trazar una síntesis en que desecha todos los datos que llevan a una demostración, o a la contradicción de esa demostración, o bien, porque debe ser creído bajo la virtud de la autoridad de su palabra. Un método semejante induce a concepciones precipitadas.La lengua del historiador necesita ser clara, precisa y matemática. Los términos, las palabras que asocian conceptos ideológicos, que cambian de una época a otra, debe eliminarlos cuidadosamente. Perturban, sin duda alguna, el raciocinio. Cuando hablamos de democracia en la edad de Atenas, inconscientemente asociamos a ella nuestra actual concepción. Y de este modo deformamos el sentido históricode esa etapa. Hay un hecho mucho más claro que puede explicar esta transformación de los matices del lenguaje y de las ideas. La sensibilidad física del individuo no es, por cierto, hoy, la del hombre del siglo XV, por ejemplo. El régimen social de entonces le impuso, con sus castigos, una fortaleza que nadie podría resistir en nuestro tiempo. Se ve así que aun la psicología cambia.
Mi ensayoadolece de los dos defectos que he señalado. He debido abandonar las pruebas que corroboran mis asertos; he debido aspirar a ser creído bajo la fe de mi palabra. No trato tampoco de convencer a nadie. Cuando se asume el papel de historiador de un período lejano, lo único que interesa es ser objetivo, gráfico.'Esta ha sido mi aspiración en este estudio. Las ideas, las doctrinas en el devenir de lahistoria, carecen de importancia para mí. Mucho más me interesa seguir la ley de la vida, su juego, su armonía y desarmonía, la ley biológica que impulsa la historia. Soy demasiado escéptico para apasionarme por las cosas del pasado: en ellas miro sólo el prodigioso arte de la vida. Quién sabe si este esquema participe de este escepticismo.
LOS FUNDAMENTOS MORALES DE LA SOCIEDAD
Alterminar el siglo XVIII, la sociedad chilena, en sus diferentes jerarquías, se cimentaba sobre dos grandes principios místicos: el del dogma de la majestad real y el del dogma de la majestad divina, es decir, en un respeto incondicional a la Corona, que era el símbolo supremo del espíritu español en el cual total mente se encarnaba, y en una veneración absoluta a los principios de la Iglesia. Ambosdogmas ya entonces habían perdido algo de su antigua y sólida consistencia moral: el real se había debilitado a impulsos de las propias reformas que la monarquía introdujo en sus dominios, y por ciertas medidas que lastimaron profundamente la conciencia de la clase social preponderante, tales como la falta de una verdadera libertad de comercio, la expulsión de la Compañía de Jesús y, finalmente, eltérmino del régimen de las encomiendas. El dogma de la majestad divina perdió a su vez vigor. Las costumbres patriarcales de la antigua sociedad de los siglos XVI y XVII, dominadas enteramente por el espíritu y moral de los sentimientos de algunos extranjeros que solían cuidarse de chilenas, principalmente franceses e italianos. La Iglesia, desde la expulsión de la Compañía de Jesús, no manejabael freno de las conciencias y, desde el momento en que la ilustración se hizo un poco más vasta, fue posible percibir en los espíritus, si acaso no una rebeldía, por lo menos un sí es no es de independencia moral, para juzgar y apreciar los actos de la vida desde un punto de vista psicológico y moral. Sin embargo, todavía la Iglesia se conjugaba plenamente para acentuar y darle toda su...
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