La Experiencia De Dar A Luz En La Vida De La Mujer
Mejia Lemus Marisol1
Este ensayo busca reflexionar sobre la práctica de la enfermería en la asistencia humanizada a la mujer en el trabajo de parto de alto y bajo riesgo. Haciendo una reflexión acerca del cuidado que le brindamos a una persona, que está en semejante estado de vulnerabilidad, y queeste debería ser estrictamente holístico y que no es coherente con el sistema hospitalario.
Como sabemos “el nacimiento del primer hijo tiene un gran impacto en la vida de la mujer”2. Se ha escrito mucho sobre su transformación a la maternidad, y sobre los aspectos médicos del parto; pero es mucho más difícil comprender el impacto que éste tiene en su desarrollo psicosocial. Ya que la personalidadhumana es muy compleja.
Todas las mujeres nacemos con la habilidad de dar a luz, con reflejos innatos que posibilitan el desarrollo del embarazo, el parto y nacimiento. Hasta ahora la ciencia no ha podido imitar ni controlar dichos procesos que son controlados desde nuestro antiguo cerebro, el hipotálamo, que de la misma manera determina otros reflejos innatos como el sentir hambre, sed, sueño o eldeseo sexual. Sin embargo, aunque sean reacciones instintivas e innatas o naturales, éstos reflejos pueden ser inhibidos, reprimidos o estimulados según el ambiente y los sentimientos que influyen en el momento. Las mujeres no tenemos que aprender a parir, y los asistentes no tienen que enseñarnos, por que ya tenemos por dentro el conocimiento - instintivo, antiguo e innato - de cómo hacerlo.Nuestros instintos se expresan en sensaciones fuertes y sentimientos que son nuestra guía.
Desafortunadamente, la maternidad ahora se enfoca en una sola dirección basada en criterios de comodidad y de comparación con estadísticas, a la madre se le anuncia un parto en el que no va a "notar" el dolor, un post-parto parecido al de la vecina y un camino, en definitiva, en el que no se habla de lo queella misma puede aportar, escoger y decidir desde lo más profundo de sí misma3.
Actualmente, la mayoría cree que no es posible dar a luz de forma segura sin la ayuda de todo tipo de procedimientos e instrumentos técnicos. Es una creencia hasta cierto punto lógica ya que estamos viviendo en una sociedad capitalista, pero la realidad es mucho más sencilla4.
Algunas mujeres sí pueden necesitar ayudatécnica médica -no más de un 10%5- pero lo que absolutamente todas necesitan es intimidad, condición sin la cual el parto, un acontecimiento íntimo, no puede progresar de forma fluida.
Cuando ésta privacidad se ve alterada, o cuando sobreviene algún peligro, el parto se interrumpe, y la parturienta busca otro lugar más tranquilo: el estrés inhibe el parto. Sólo entonces el parto vuelve a reanudarse.Esta es la realidad: una mamífera no pare a menos que se sienta completamente segura.
Otro aspecto importante del bienestar emocional de la madre es el apoyo que recibe ya que…”Esta no es una cuestión menor: numerosos estudios científicos han constatado que el acompañamiento continuo durante el parto por una persona de su elección aumenta el bienestar de la madre, mejora los resultados de salud ydisminuye considerablemente la tasa de todas las intervenciones, incluyendo cesáreas”6
El parto hospitalario está lejos de responder a estas necesidades, lo que entorpece la fisiología del parto y lo convierte en una dura prueba para las mujeres. En los países con una fuerte medicalización de la asistencia al parto, la planificación de los servicios obstétricos suele revelar una profundaincomprensión y falta de respeto hacia las necesidades y dignidad de los protagonistas del acontecimiento.
Por lo cual, es importante reconocer que las mujeres de hoy continúan necesitando saber que el parto todavía funciona y que cada mujer tiene una manera única de traer a su bebé a este mundo7.
Además, debido que el proceso de parir es un acontecimiento meramente sexual, cuanto más cómoda una mujer...
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