La experiencia de Dios a traves de los sentidos002

Introducción

L/os debates teológicos sobre la cuestión de Dios suscitan
actualmente poco interés. En cambio, en las conferencias
que pronuncio, los asistentes me preguntan una y otra vez
cómo pueden tener experiencia de Dios. No se dan por satisfechos solo con creer en Dios. Quieren sentirlo. Quie-ren
tener experiencia de Dios y de su amor, desean entablar una
relación personal con él. No lesbasta con hablar de él. Con
demasiada frecuencia han tenido la sensación de que las palabras sobre Dios eran expresiones vacías, no estaban respaldadas por ninguna vivencia y, por lo tanto, eran incapaces de provocar experiencia. La palabra Dios es una de las
más usadas. Hay pocas palabras que despierten tantas asociaciones positivas o negativas. Algunas personas asocian a
Dios con el fiscalizadorde su infancia, una prolongación
del brazo del padre castigador o de la madre controladora.
En otras, por el contrario, Dios suscita un sentimiento de seguridad y de amor. Algunas se indignan porque se argumenta con excesiva facilidad sobre Dios cuando, en su opinión, es muy poco lo que se sabe de él. Michael Albus ha-

INTRODUCCIÓN

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bla de los teólogos «instantáneos», que encuentran para todouna «infusión» teológica, y de los que tienen una explicación teológica para todas las cuestiones, porque lo ven todo claro. Otros sufren por causa de los teólogos New Age,
que solamente dicen vaguedades.
¿Cómo podemos hablar hoy adecuadamente de Dios y
de la experiencia de Dios? Me doy cuenta de que estoy motivado para escribir sobre este tema y, al mismo tiempo, noto en mí muchas resistencias,porque conozco el peligro que
entraña hablar de Dios impropiamente. En realidad, toda
palabra humana sobre Dios es inadecuada. Dios es y seguirá siendo el Inefable. Hablar sobre Dios sería el arte de hacer presente lo inexpresable sin explicarlo, sin rebajarlo al
nivel humano. Esto pueden hacerlo ante todo los poetas, como Paul Celan, que dedicó toda su vida a expresar con el
lenguaje alIndecible.

Mientras yo pensaba acerca de si debía escribir sobre Dios
y la experiencia de Dios hoy, tuve un sueño: me encontraba
en compañía de unos jóvenes que buscaban a Dios. Eran actores. Avanzábamos muy lenta y conscientemente por la
creación, y después por espacios sagrados. De este modo
tuvimos experiencias espirituales profundas. En un momento en que estaba percibiendo la santidad que me rodeaba,crucé un umbral y mi conciencia se transformó. Entonces se abrió en mí un espacio más amplio y, al mismo tiempo, algo se cerró en mi interior. En el sueño atravesábamos
espacios redondos y otros angulosos, encrucijadas y laberintos. Eran experiencias espirituales importantes. A l despertar, tuve la sensación de que este sueño daba una respuesta a la lucha en la que me estaba debatiendo.
Yo no puedoexplicar a Dios ni la experiencia de Dios.
Únicamente puedo mostrar espacios que se abren en el al-

io

LA EXPERIENCIA DE DIOS A TRAVÉS DE LOS SENTIDOS

ma, espacios en los que el lector puede tener una experiencia, espacios que hacen presente a Dios sin reducirlo a
nuestra estrechez humana. Para tener experiencia de Dios
hace falta poner atención y avanzar lentamente. Y hay que
cruzar unumbral. No puedo experimentar a Dios si paso de
largo ante él. Debo entrar en el espacio de lo sagrado. Allí
no puedo tocar a Dios con las manos ni verlo con los ojos,
pero en mi alma pueden abrirse espacios que me permiten
sentir al Inefable.
En mi sueño tuve que introducir a un joven violinista en
la experiencia espiritual que estaba teniendo con los actores. Sus amigos músicos querían tocar con él uncuarteto, y
estaban un poco disgustados porque tenían que esperar por
él. Pero en el sueño pude decirles muy claramente: «Es inútil que intentéis obligarlo, porque entonces tocará de manera forzada. Dejad que tenga primero la experiencia nueva.
Entonces su interpretación abrirá espacios nuevos. Si una
silla tiene una pata rota, no podemos sentarnos en ella. Si
esperáis a vuestro amigo, seréis...