La Experiencia Estética. Hans Robert Jauss

“Pues el método supone un obstáculo para los ingenios, al mirar por la facilidad, y anula la curiosidad, pues vela por la verdad. (…) de modo que componiendo demostrásemos, esto es, no descubriremos las verdades, sino que las haremos –pues descubrir está en manos de la Fortuna, y el hacer, en cambio, de la laboriosidad”. (VICO. P.186)
 
Atreverse a hacer de la vida un poema: La función ética dela experiencia estética
En su libro Pequeña apología de la experiencia estética, Hans Robert Jauss reacciona contra el descredito al que actualmente esta se ha visto reducida la misma experiencia estética, a través de un discurso construido partir de las siguientes líneas de reflexión: la reflexión sobre la teoría del arte, la irreconciliable diferencia entre el disfrutar y el trabajar, el goceestético como la experiencia estética fundamental y finalmente, la importancia de esta experiencia primordial en la construcción de una función social del arte.
Estas líneas de reflexión serán desarrolladas a lo largo del presente trabajo a través de 3 partes que se han subtitulado del siguiente modo: La experiencia estética como goce banal puede llevar a la mercantilización del arte y laexperiencia estética sin función cognoscitiva; la experiencia estética no afecta la esfera de la vida práctica del espectador y la reivindicación de la experiencia estética: Poieses aisthesis y cataharsis:
La experiencia estética como goce banal puede llevar a la mercantilización del arte y la experiencia estética sin función cognoscitiva:
La respuesta a la pregunta por el descrédito anunciado iniciacon una reflexión sobre la asociación entre gozar y banalidad. En tal sentido, nuestro autor encuentra que la relación inmediata tejida, responde a la sobrevaloración dada a la reflexión estética a partir del correspondiente desprestigio en que se ha colocado al goce estético. En efecto, se considera que el arte tiene un valor en tanto sea capaz de superar el mero goce, pues el mismo se tiene comofundamento de una sociedad de consumo de necesidades dirigidas que solo busca el placer de los sentidos: el miedo de reducir el arte a mercancía lleva a que el mismo sea valorado en tanto se logre superar el mero goce estético al que se puede acceder además sin mayor esfuerzo.
Aunado a lo anterior, la experiencia estética relacionada con el gozar “banal” se convertirá para los teóricos del arteen un tema secundario (frente a la reflexión estética) reducido al mero deleite de un espectador que a través de la construcción de un mundo imaginario, se aleja de la conciencia receptora, esto es, de la posibilidad de alcanzar verdad alguna a través del arte. Se cree que esta experiencia entonces es banal no solo porque posibilita la mercantilización del arte, sino porque además se convierte enun deleite subjetivo del espectador que lo aleja de la verdad.
En suma, la experiencia estética de gozar en el arte, primero, es peligrosa al poder derivar en una mercantilización del mismo y segundo, no envuelve función cognoscitiva alguna al reducirse a la mera construcción de un sujeto que se opone a recibir al mundo tal cual está hecho, o lo que es lo mismo, a alcanzar la verdad del mundo.
Alarte visto en estas dos manifestaciones, se le suma una tercera cual será el arte sin efecto en la praxis moral del espectador.
La experiencia estética no afecta la esfera de la vida práctica del espectador:
Para abordar el tema de los efectos en la praxis, vale traer la separación irreconciliable trazada entre gozar y trabajar o entre lo placentero y lo necesario (útil). El gozar en efecto, seha convertido en un momento de distracción que se opone a la actividad tortuosa pero sería y necesaria de trabajar, sin dejar de ser un mero escape que en modo alguno repercute en la actividad misma del trabajo. El goce estético en este sentido, como placer, adoptará la función de liberar al espectador sin motivarlo sin embargo, al ser asociada con un goce fugaz, a la acción. El problema...