La fabricacion de un Novimundo
La fabricación
de un novimundo
Coronel Ignotus
El coronel Ignotus (José de Elola) es el primer autor español que dedicó con asiduidad sus esfuerzos literarios a la fantasía científica, publicando dos series (la una continuación de la otra) que tuvieron un gran éxito en el tiempo de su aparición: «Viajes planetarios en el siglo XXII» (tres tomos) y «La desterrada de la tierra» (dostomos), además de algunos volúmenes aislados, como «El amor en el siglo cien» y «Cuentos estrafalarios de ayer y de mañana». Ello no fue óbice para que publicara también otras novelas de literatura general, así como varios libros técnicos sobre su especialidad, la topografía, algunos de los cuales fueron considerados de texto en varías escuelas de ingenieros.
Nuestro deseo hubiera sidoofrecerles uno de los relatos de su libro «Cuentos estrafalarios de ayer y de mañana»; sin embargo, este volumen, que se agotó apenas aparecer y no fue reimpreso, es hoy en día inencontrable, y todos nuestros esfuerzos han sido vanos Ello nos ha movido a seleccionar, de la primera obra de su trilogía, «Viajes planetarios en el siglo XXII», cuya protagonista, María Pepa, una científica muy a lo chuloMadrid, es todo un dechado de fino humor - una serie de fragmentos engarzados que nos revelan, de un modo singular, la forma en que es construida una nave espacial según la imaginación de los años veinte..., o mejor, la construcción de un novimundo o de un autoplanetoide, pues éstos son los nombres con que es denominado el curioso y sorprendente artilugio en La trilogía. Presten atención, que ahíestá:
En tres meses de vertiginosa actividad se montaron numerosas fábricas para construir el variadísimo equipo y material que el autoplanetoide necesitaba: no sólo para su propulsión y pilotaje, en Cuanto artefacto de loco u orbimoción, sino para hacer de él morada de la humanidad que poblaría su interior, y ponerlo a la altura y al nivel exigidos por su carácter de centro de múltiplesobservaciones científicas y de experimentación en muy diversas ramas del saber.
Tenía que haber en él máquinas térmicas y refrigeradoras, ventiladores, tuberías de calefacción y de distribución de agua, dinamos productoras de luz para cuando el auto viajara hundido en los conos de sombra de éste o aquel planeta, es decir, cuando para él se eclipsara el Sol, eventualidad que para este extrañoautoastro había de ser frecuente; alternadores creadores de energía, motores eléctricos para múltiples servicios urbanos y domésticos, para maniobras de aterrizaje y leva en los planetas; ascensores, gabinetes científicos, laboratorios de igual clase, y, entre éstos, el interesantísimo de la nutrición, que no ha de confundirse con nuestra vulgar cocina, pues era cosa muy diferente; reguladoresrespiratorios, y la multitud de ingeniosos aparatos exigidos por la vida animal, científica, emotiva y de comunicación social de los 200 habitantes que el mundo que se iba a fabricar llevaría a través de los espacios.
Porque eso iba a ser el autoplanetoide, un verdadero mundo, ya que el tamaño es indiferente en tal calificación; pues tan mundos son Tierra y Mercurio como Júpiter, no obstantenecesitarse juntar 1.270 Tierras ó 25.481 Mercurios para hacer un mundo del tamaño de Júpiter.
Un mundo, pues, sería el autoplanetoide, pero con una diferencia fundamental respecto a todos los conocidos, prueba evidente de la extraordinaria originalidad de María Pepa, a quien, doncella y todo, puede llamarse Madre de Mundos. Tal diferencia era que sus moradores no habitarían al exterior,ni andarían sobre la superficie del noviplaneta por falta de una atmósfera externa en la que no habría sido difícil envolverle, pero que, en su mayor parte, habría escapado en seguida a los espacios, por la escasa atracción que la pequeña masa del autoplanetoide ejercía sobre ella.
Los viajeros iban a ser, por tanto, subterráneos moradores de un mundo hueco, pero no obscuro, negro, sólido en...
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