La familia como educadora
Autor: Manuel Ocampo Ponce
Así como el hombre es capaz de descubrir las leyes físico-químicas que constituyen la ley cósmica con la que es regido el universo, de este mismo modo, es capaz de descubrir las leyes que rigen la naturaleza del hombre y que indican claramente cómo los individuos deben regular sus relaciones en la convivenciahumana. El hombre es capaz de descubrir las leyes que regulan las relaciones entre las personas, el matrimonio y la familia, las relaciones de los ciudadanos con las autoridades dentro de cada comunidad política, las relaciones entre las comunidades políticas y los ciudadanos y la comunidad mundial para logar que se constituya el fin de la sociedad que es el bien común.
S. S. Juan XXIII en suencíclica Pacem in Terris señala que hoy más que nunca, gracias a los avances científicos y tecnológicos, el hombre es capaz de descubrir el maravilloso orden que reina en los seres vivos y en las fuerzas de la naturaleza al mismo tiempo que ha adquirido un dominio sobre esas fuerzas para ponerlas a su servicio.
Sin embargo, añade que a este orden tan perfecto del universo se opone eldesorden de los individuos y entre los pueblos en los que a todas luces, se manifiesta el hecho de que las relaciones se rigen por la vía de la fuerza. El error radica en el hecho de pensar que las relaciones entre los hombres y sus respectivas comunidades políticas se pueden regular bajo las mismas leyes del mundo material, y de los vivientes irracionales que forman parte del universo.
En efecto,así como el hombre es capaz de descubrir las leyes físico-químicas que constituyen la ley cósmica con la que es regido el universo, de este mismo modo, es capaz de descubrir las leyes que rigen la naturaleza del hombre y que indican claramente cómo los individuos deben regular sus relaciones en la convivencia humana. El hombre es capaz de descubrir las leyes que regulan las relaciones entre laspersonas, el matrimonio y la familia, las relaciones de los ciudadanos con las autoridades dentro de cada comunidad política, las relaciones entre las comunidades políticas y los ciudadanos y la comunidad mundial para logar que se constituya el fin de la sociedad que es el bien común.
Pero no obstante, esta capacidad humana para descubrir las leyes, S. S. Juan Pablo II resalta que el hecho es queobservamos una creciente amenaza contra la paz mundial, que se pone de manifiesto en la disolución familiar y social que se expresan en los conflictos entre los pueblos y las naciones, la falta de respeto a la naturaleza, los vicios, la explotación desordenada de los recursos y en consecuencia el progresivo deterioro de la calidad de vida. Y si a esto agregamos que existe una interdependencia entrelos valores éticos y la cuestión social y ambiental, llegaremos a la conclusión de que el punto de partida para resolver el problema de las relaciones entre las personas y de estas con el medio ambiente debe ser, en primer lugar, la persona entendida como una naturaleza dotada de inteligencia y voluntad libre y de la que emanan derechos y deberes universales, inviolables y absolutamenteinalienables que la persona es capaz de conocer y realizar; y en segundo lugar, la familia como unidad funcional del orden social en cuanto principal educadora y formadora de las personas que la conforman, puesto que las otras instancias o comunidades educadoras escuelas, etc., incluyendo al Estado y la Iglesia deben dar a las familias todos los apoyos y ayudas posibles y subordinarse a ellas.“El respeto ala vida y, en primer lugar, a la dignidad de la persona humana es, la norma fundamental inspiradora de un sano progreso económico, industrial y científico”.
Todos tenemos derecho a un ambiente natural y social pacífico, saludable y seguro y es en la familia en donde se debe iniciar la formación y la realización de una vida mejor. La sociedad actual no encontrará una solución al...
Regístrate para leer el documento completo.