La familia y hogar

TENGO QUE HACERLO HASTA EL FIN



Quiero hablarle de un matrimonio de los que han calado hondo lo que debe ser el fundamento cristiano del sacramento. Son dos viejos labriegos de esta tierra, deeste pueblo; muy pobres pero ricos en virtudes humanas; han comprendido la liturgia de la iglesia y las enseñanzas evangélicas sobre el matrimonio y las cumplen. Ambos son de la misma edad, 84 años,no han tenido hijos. El Francisco Mata Lozano; ella, Francisca Lozano Guzman. La esposa está enferma, quizá más de 20 años, con una enfermedad crónica, incurable; apenas puede valerse y de ningunaforma puede hacer ninguna clase de trabajos, ni siquiera los propios del hogar. El tío Quico como familiarmente le llamamos todos – ha cargado con alegría con verdadero heroísmo, con la hermosa tarea dellevar adelante su misión de esposo, de cabeza, pero tan a la perfección, con tanto esmero y cariño, que jamás nadie puede haber conocido sus grandes estrecheces, sinsabores y penas. Él es el encargadode las faenas caseras en su totalidad, barrer, guisar, fregar, hacer la cama, los recados, curar a su esposa, cuidarla, mimarla y, lo que es más hermoso: rezar con ella, abrazar la cruz de cada día yacatar de plano la divina voluntad sin queja, siempre con la sonrisa en los labios y con su consabida frase: “TENGO QUE HACERLO HASTA EL FIN “.

Es una lección, un punto de meditación digno detenerse en cuenta por tantos y tantos matrimonios como existen por esos mundos de Dios, la mayoría de los cuales con todos y casi todos los dones completos: salud, dinero, comodidades; pero faltos de losfundamentos dones, el de la FE, la ESPERANZA y sobre todo, el del AMOR; el verdadero amor”

Siempre que veo a un matrimonio viejo y enamorado de Dios y de todas las cosas nobles de la tierra, comoeste de la carta, recuerdo el comentario que se hizo en las bodas de Cana: “Has guardado el mejor vino para el final”. Dios ha reservado en esta casa, junto al dolor, el mejor de los amores para el...