la felicidad
La poesía no tiene fórmulas que permitan poner en práctica un proceso de decodificación y su dificultad parte de su falta de hipótesis, de puntos de partida yllegada. El acto poético deja percibir la distancia entre la palabra y su referente, sea una idea, un objeto o una emoción, haciendo de su posible sentido una estela móvil. Su utilidad no depende de laexistencia de una verdad caracterizante, situada en los elementos semánticos y lingüísticos, sino de la producción de diversos niveles de entendimiento no necesariamente relacionados con el mundo real.El poema está definido por una forma, una estructura interna, una multiplicidad de sentidos y significados asociados a un proceso de representación no lineal, y a la suspensión del criterio de valorverdadero de emociones, sentimientos y cosas. Por ello mismo la poesía requiere un proceso lento de lectura y comprensión de la información de superficie.
Podría decirse que el hombre cuentahistorias para con ello obtener, entre otras cosas, un cierto efecto balsámico. En efecto, unos acontecimientos que han advenido inopinadamente originando desconcierto y desasosiego cambian de cualidad si sonintroducidos en una narración, si son contados, si se cuenta una historia acerca de ellos. Esos mismos sucesos que en su desnuda y brutal contingencia empírica huelen a miedo y saben a dolor, una vezpuestos en el interior de una historia narrada adquieren un carácter más benigno, más comprensible, más alentador. Esos hechos dolientes y dolorosos, esos aconteceres vitales llenos de crueldad ysinsentido, esas vivencias lacerantemente biográficas, todo ello queda revestido de un nuevo carácter cuando pasa a formar parte de una narración. Dentro de ésta todo se torna más inteligible, máslógico, más asumible, más aceptable. El relato funciona así como un otorgador de sentido, y de ahí lo que podríamos llamar la función balsámica del relato, una función que precisamente viene dada como...
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