la fiesta del Xantolo

Fiesta del xantolo
La Huasteca es una región del país en la que confluye el norte de Veracruz; el sur de Tamaulipas; la Sierra Gorda de Querétaro; San Luis Potosí y una parte de Puebla e Hidalgo. En ella habita el grupo étnico huasteco, cuyo origen se remonta -dicen los arqueólogos- a grupos mayas.
A temprana hora tomamos el auto rumbo a la carretera de Pachuca, de ahí la desviación aZacualtipán hasta Molango, para poder llegar a Huejutla de Reyes; el recorrido nos llevó aproximadamente cinco horas con treinta minutos, en medio de contrastantes paisajes. La Huasteca se distingue por estar a una altura de 800 metros sobre el nivel del mar, siempre está en tonos verdes, gracias a la humedad que hay en el ambiente.
El recorrido a la zona esta aderezado por el canto de pájaros queincluso, si se tiene suerte, sobrevuelan los automóviles; son cenzontles, jilgueros, calandrias y ruiseñores los que surcan los cielos de la Huasteca Hidalguense, entre árboles de finas maderas como cedros y ébanos.
El paisaje que nos recuerda un nudo hecho a capricho de la madre naturaleza, encierra joyas naturales y tradiciones culturales como la fiesta de los muertos, mejor conocida como El Xantolo.Un viaje afortunado de fin de semana, nos hizo llegar a la “meritita fiesta”. El 30 de octubre inician los festejos con la compra de flores que adornarán los altares, el 31 octubre, conforme a la tradición ancestral, está dirigida a los difuntos pequeños, a los niños, a quienes se les dedican ofrendas que se dice son blancas por que no contienen picante; se sirven con sopa, arroz, tamalesdulces, galletas y chocolates, entre muchos otros productos que a los niños les encantan.
El primero de noviembre recorrimos los altares dedicados a los difuntos adultos, en algunos de éstos, tuvimos la oportunidad de ver zacahuiles (tamales de más de 2 metros y con diferentes tipos de carnes). La celebración se divide en tres etapas: la primera es muy de mañana y se ofrece a los difuntos chocolatejunto con tamales. En la segunda, alrededor del medio día, los dolientes adornan con pétalos de flor de cempasúchil el camino al altar; como cuestión de magia, a las doce del día inicia el repiqueteo de las campanas acompañadas de cohetes que, dicen los abuelos, despide a los chiquitos o angelitos, para que entonces lleguen las almas de los adultos a disfrutar de las ofrendas que se han preparadoespecialmente para ellos: manjares típicos de la región como mole de guajolote o pollo, pascal, arroz, frijoles, tamales de puerco y pollo con picante, chocolate, pan de muerto, aguardiente, vino y cerveza.
La suerte y el buen trato de los habitantes de la región nos permitió convivir y degustar de las delicias de la festividad. Sin embargo, la cosa no terminó ahí, el 2 de noviembre, que según marcala costumbre, es el día de la bendición dedicada a los fieles difuntos, se adornan las tumbas con flores, velas y veladoras. En las lápidas yacen las ofrendas que se comparten entre los familiares y visitantes; el momento culminante lo marca la llegada de los músicos que andan por todas las tumbas interpretando hupangos de la región.
También descubrimos la ofrenda al Ánima Sola: en las bardas delas casas se pone una pequeña ofrenda dedicada a las almas de los difuntos que no tienen familiares. Como si las sorpresas y la magia que se respira en el lugar fueran pocas, por las calles y barrios descubrimos a los llamados Coles, Viejos, y Huehues, que disfrazados con ropas viejas de mujer, con máscaras de madera y cubiertos con paliacates, bailan y se divierten haciendo un agradecimiento ala madre tierra por la buena cosecha y pidiendo a Quetzalcóatl que la tierra quede fertilizada para la próxima siembra. El ritmo monótono se vuelve embriagante y parece poner a los danzantes y al público en otra dimensión.
Todo esto nos ocurrió en la Fiesta del Xantolo, en la Huasteca Hidalguense.
Xantolo
Los Huastecos tienen una forma propia y peculiar de ver la muerte. La conmemoración...