La figura de San Martín

1. Introducción:
La figura de San Martín, dada su importancia en la historia nacional y sudamericana, ha sido muchas veces “utilizada”, por así decirlo, en beneficio de tal o cual orientación ideológica, según fuera su carácter. Muchas veces se ha tergiversado su verdadera personalidad a conveniencia de determinadas motivaciones. Por ejemplo en lo tocante a las bases de su ética y moralidad, y asu fe, la cual ha sido puesta en duda e incluso, a veces, negada. Si bien nadie objeta sus virtudes, sí muchas veces se pretende desconocer el hecho de que el fundamento de estas, estaba constituido por un verdadero sentido de lo religioso según el cual regía su accionar.
El General Don José de San Martín fue una persona profundamente católica, con una enorme devoción a la Virgen María y un granrespeto a la Iglesia y a los sacerdotes. Para nosotros, católicos, este aspecto de su carácter no debería sernos indiferente, sino más bien razón de mayor admiración a su persona. Veamos algunos ejemplos que nos permitirán justificar esto que afirmamos.
2. Desarrollo:
Cuando San Martín recibió el encargo de organizar el regimiento de Granaderos a Caballo, figuró entre sus primeras preocupacionesla atención espiritual de la tropa. Es llamativo el hecho de que incluyese en el quehacer cotidiano y semanal del regimiento las prácticas del buen cristiano. Desde los primeros días de su creación, en el regimiento se recitaban las oraciones de la mañana y se rezaba el rosario todas las noches en las cuadras, por compañías, dirigido por el sargento de la semana. Los domingos o días festivos, elregimiento formado con sus oficiales asistía a Misa en la iglesia del Socorro, y cuando esta resultó insuficiente por el crecimiento de los escuadrones, se habilitó un sitio adecuado en el cuartel para tal fin. Estas prácticas se efectuaban aun estando en campaña. Cuando no había una iglesia cerca, se improvisaba un altar en el campo, para que todo el regimiento pudiese ver al sacerdote. Era notablela insistencia que puso San Martín por tener un capellán fijo en el regimiento, sin otro empeño que el de atender a la tropa.
Otro aspecto interesante que refleja la rectitud del carácter de San Martín es la de las reglas que impuso a la tropa buscando preservar la moralidad y el sentido ético del ejército, así también como la disciplina y la nobleza de los soldados. Estando en Mendoza, mientrasorganizaba la campaña a Chile, San Martín promulgó el código penal del ejército, integrado por hasta cuarenta sanciones. Su texto arranca de esta manera:
“La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto más virtuosa yhonesta cuanto es creada para conservar la seguridad y el buen orden de los pueblos, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar…”
Algo muy significativo es que las primeras tres sanciones se refieren a asuntos religiosos.
“Todo el que blasfeme contra el santo nombre de Dios, su adorable Madre e insultare la religión, por primera vez sufrirá cuatro horasde mordaza atado a un palo en público por término de ocho días, y por segunda será atravesada su lengua con un hierro ardiendo y arrojado del cuerpo.”
Más que parecernos exagerado, debería conmovernos la estima que tenía San Martín por el nombre de Dios y lo relacionado con Él, razón por la cual lo movía a aplicar tal sanción al que lo ofendiese.
En la segunda sanción habla de las obras dedicadasal culto:
“El que insultare de obra a las sagradas imágenes o asaltare lugar consagrado, escalando iglesias, monasterios u otros, será ahorcado.”
La tercera sanción se refiere a la persona de los sacerdotes, demostrando el respeto que le merecían aquellos que con sus manos convertían las formas de pan y vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesús:
“El que insulte de palabra a sacerdotes sufrirá cien...