la filosofia heredada
Cornelius Castoriadis
Traducción: Conrado Tostado
El gran ensayista Cornélius Castoriadis nos habla de su relación con la filosofía, iniciada en Atenas a los trece años de edad. No concede “privilegios” de ninguna especie a los grandes textos del pasado; los analiza fríamente y hace la crítica de las nociones de Aristóteles sobre los temas del nomos y laphantasia.
LA FILOSOFÍA me subyugó desde que la conocí, a los trece años. (Un remate de libros viejos, en Atenas, me permitió comprar con mi exiguo dinero de bolsillo una Historia de la filosofía en dos tomos, honesto plagio de Uberweg y Bréhier. Luego, al mismo tiempo que Marx, vinieron Kant, Platón, Cohen, Natorp, Rickert, Lask, Husserl, Aristóteles, Hegel, Max Weber, más o menos en eseorden.) Desde entonces, nunca dejó de preocuparme. Llegué a París en 1945, para hacer una tesis de doctorado en filosofía, cuyo tema era que todo orden filosófico racional desemboca, desde su propio punto de vista, en aporías y callejones sin salida. Sin embargo, la política se había vuelto demasiado absorbente y siempre quise llevar la actividad y la reflexión políticas sin mezclarlas directamentecon la filosofía, en sentido estricto. La autonomía, la creatividad de las masas, que ahora llamaría irrupción del imaginario instituyente en y por la actividad de un colectivo anónimo, aparecieron en mis escritos como ideas políticas y no filosóficas; critiqué y puse a distancia a Marx desde una reflexión sobre la economía contemporánea, desde una crítica inmanente a su economía y a su visión dela sociedad y de la historia, y no a su metafísica. Finalmente, rechacé su sistema y llegué a la idea de la institución imaginaria de la sociedad desde una reflexión sobre la historia y las diversas formas de sociedad. Sólo entonces -como se puede ver en la primera parte de La institución imaginaria de la sociedad- realicé la unión con la filosofía propiamente dicha y su historia, describí lapertenencia de Marx a la metafísica racionalista y recuperé ciertas primicias de la idea de imaginación en el idealismo alemán. (Doy una descripción más detallada de este itinerario en la ``Introducción general'' a La sociedad burocrática.) Tras la publicación de ``Marxismo y teoría revolucionaria'' y la suspensión de la publicación de Socialismo o barbarie, el trabajo filosófico comenzó aabsorber la mayor parte de mi tiempo libre (de hecho, nunca he dejado de trabajar profesionalmente, como economista hasta 1970 o como psicoanalista desde 1973). Pero ese trabajo no sólo ha sido una reflexión sobre los grandes textos del pasado sino, tanto o más, una preocupación por los presupuestos, las implicaciones, el sentido filosófico de las ciencias, el psicoanálisis, la sociedad y la historia.Ninguno de los grandes textos del pasado goza de “privilegios” para mí -aunque es exacto que Aristóteles ocupa una posición particular, por las razones que voy a decir. Es cierto, como dijo Agnes Heller, que Aristóteles es un filósofo que llegó “después de la Ilustración” -y, en este sentido, su situación histórica presenta analogías con la nuestra. Pero eso sólo es parte de la verdad.Aristóteles no sólo viene después de la Ilustración, sino después de la reacción más formidable contra la Ilustración, organizada por el filósofo más grande que haya jamás existido: Platón. (Jamás escribí el absurdo, que me imputa Agnes Heller, de que Platón es un ``teólogo''. Entre otras cosas, Platón creó la filosofía teológica -lo cual es muy distinto.) Pero, en cierto sentido, Aristóteles, alumnode Platón e inconcebible sin él, también viene ``antes'' de Platón: una parte esencial de él pertenece al siglo V. Es cierto que llegó a colocar, por encima de todo, al bios théorétikos. Sin embargo y contrariamente a la vulgata interpretativa, también es demócrata en el sentido ateniense (véase La constitución de los atenienses, su ideal de politeia). Y aunque postula, por lo que le parece...
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