La Flojera
La gente confunde la flojera con el ocio, y hasta con el vicio. ¿Será una cuestión de cercaníasfonéticas? No sé. Pero la flojera sí puede llevar al vicio. La flojera de vivir, de superarte, de enfrentar tus miedos, de crecer, de cumplir con tudeber, de cumplir con tu verdadera misión en la vida, de ser una persona seria. Hay flojos brutos; esos no tiene perdón.
Hay flojosinteligentes; esos no merecen misericordia... ni de Dios ni del Diablo.
Que quede claro: los flojos a veces parecen ser muy activos. El flojoprofesional, el flojo experto y consagrado, hace mil cosas con tal de no hacer lo que verdaderamente tiene que hacer. No confundan. Un flojo no es elque está tirado en la cama todo el día. No, un flojo puede ser el tipo más inquieto del planeta, el más vociferante, el más escandaloso ypantallero... pero no está haciendo lo que realmente debe hacer, lo que realmente le da flojera.
La flojera nos hace arbolarios, como dicen losmaracuchos. La flojera nos hace malucos. La flojera nos vuelve acusadores. El ocioso, en cambio, el ocioso es feliz, y crea.
Desde su alegría,desde su odio... crea.
El ocioso es un creador de Belleza.
El flojo es un destructor. Lo único que nace de su pecho es la ingominia; algoque no hay que crear, sino que está en el aire desde hace siglos. El flojo echa piedras en su saco roto, y esas rocas, nos caen en la cara.
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