La forestacion
La AITU inició una campaña de denuncia de las terribles condiciones laborales de los trabajadores forestales, sólo asimilables al trabajo esclavo. Paralelamente, los inspectores llaman la atención sobre su propia condición, prisioneros de un rol que los gobiernos utilizan para ocultar su cerrada defensa de los intereses de los poderosos.La conversación tuvo lugar en el propio Ministerio de Trabajo con Eduardo Fernández (EF), presidente, Francisco Pierelet (FP), secretario, Mariela Cuomo (mc), tesorera, y Jorge Espiga (JE), vocal de la AITU.
No es un personaje de un filme
de terror, es un trabajador forestal
del Uruguay
-Ustedes saben que tienen mala prensa, que los trabajadores se quejan de que nunca estándonde deben estar, de que las inspecciones favorecen a los patrones, de que nunca se concreta una denuncia, etcétera. ¿Qué responden a eso?
FP -Somos la cara visible de un sistema que no le soluciona nada a la gente, y lógicamente se piensa mal de nosotros. La verdad es que no respondemos a las expectativas. Pero nosotros, como AITU, pretendemos ser un cuerpo transparente, eficiente yútil para los trabajadores, pero somos tan víctimas del sistema como ellos.
EF -Si uno va a un lugar a hacer una inspección y constata que se están violando derechos laborales, y después eso no redunda en un cambio concreto para el trabajador porque nuestra burocracia interna es lenta, carecemos de recursos suficientes para tener más computadoras, más gente, el trabajador concluye que seexpuso inútilmente al hacer una denuncia, que a veces hasta redunda en consecuencias negativas para él. Si no tenemos una respuesta rápida, los trabajadores tienen el derecho a pensar que algo está muy mal, turbio. Casi nadie se imagina que hay resoluciones que se han demorado dos años, o que el inspector general no firmó todavía la sanción. Estamos luchando contra eso, pero no es fácil.
JE-En el Interior sucede a menudo que el inspector va una vez y después no regresa, entonces piensan que hubo "arreglo". Pero la realidad es que no hay plata para viáticos, para pasajes, no hay vehículos, si queremos meternos en el campo, por ejemplo, tenemos un solo 4x4 y que ya tiene 500 mil quilómetros. Esa camioneta la usan dos divisiones distintas.
FP -En 1992 o 93, no recuerdoexactamente, la administración planificó un operativo rural en el que hicimos 400 inspecciones en todo el país. Detectamos condiciones de trabajo terribles, de vivienda, de insalubridad. Dimos plazos para que las estancias levantaran las observaciones, pero esos 400 expedientes murieron archivados, nunca se controló qué sucedió después. Los trabajadores que nos vieron llegar alentaron ciertamente muchasexpectativas de que sus condiciones mejoraran, pero lo único racional que deberían pensar hoy es que no servimos para nada. Lo que no saben es que hubo una decisión política de juntar todos esos expedientes en determinados muebles y no controlarlos nunca más. Desde entonces nunca más volvimos a hacer una inspección rural, en estancias, chacras, establecimientos hortícolas, nada. Lo mismo pasó conla naranja en Salto. Inspeccionamos todos los establecimientos, pero nunca regresamos a controlar el resultado.
-¿De dónde provino esa decisión?
FP -Del gobierno de entonces, a cargo de Luis Alberto Lacalle.
-¿Quién era el responsable en este servicio?
FP -El inspector general de Trabajo era Pablo Iturralde.
-¿No hay inspectores locales, departamentales?FP -Hay cuatro inspectores ambientales, esto es, salud, seguridad, prevención de accidentes, etcétera, y unos ocho de condiciones generales de trabajo que se refieren a contrato, planilla de trabajo, aportes y demás.
MC -Pero hay que tener en cuenta que para un inspector radicado en el departamento es difícil abarcar solo una empresa de esa envergadura, y además los inspectores...
Regístrate para leer el documento completo.