La forestal olvidada

Velissa Brokenstar
Una sublime puesta de sol termina su recorrido en el horizonte de un bello lago de los bosques de Quel’thalas. El sonido de los pájaros, el murmullo de los animales del campo, la suave corriente del rio que pasa en derredor de aquella pradera de ensueño dibuja una escena que permanecería en el corazón de aquellos elfos toda su vida. Dos vidas, dos almas se entrelazan en unapromesa de amor eterno a lo largo de su existencia.
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--Quiero que me lo prometas… -dijo Velissa mirando el reflejo de ambos en la cristalina agua del rio.
--Lo juro. Por la gloria de Quel’thalas prometo amarte y serte fiel durante toda mi existencia, no habrá para mi otra razón de vivir que el estar a tu lado. -respondióKariel a la vez que paseaba su brazo por la hermosa cabellera dorada de su amada- Enseguida Velissa cedió a las lágrimas por la inmensa felicidad que le producía escuchar aquellas palabras de su amado, aquel que sería su fiel compañero toda la vida.
---------------Varios años más tarde---------------
El gozo y la algarabía en las calles de Quel’thalas comienza a mermar, pues los rumores sobre unainminente invasión dejan de ser simples susurros para convertirse en un presagio de lo inevitable.
--Anu belore dela'na hermanos. -Todos los forestales presentes asienten firmes esperando no recibir aquellas noticias que tanto temen escuchar- El enemigo se ha acercado, se abre paso entre nuestros bosques, profanando nuestras tierras y arrastrando muerte y destrucción tras su paso, formando unacicatriz imborrable de devastación y agonía. Con valentía debemos hacer frente a este enemigo, cuyo objetivo es nuestra fuente de poder, nuestra fuente de vida.
Pero quien iba a imaginar que tal enemigo, carente de alma y emociones llegaría tan… pero tan pronto. Como el destello del alba, la plaga penetraba las defensas de Quel’thalas, una puerta tras otra caía ante el príncipe maldito deLordaeron. Velissa y Kariel quienes estaban en la misma patrulla de forestales, tenían asignado proteger junto a sus compatriotas las imponentes puertas exteriores de su gloriosa ciudad. Efímero fue el lujo y apariencia que aquellas puertas ostentaban ante la codicia y traición de uno de sus hermanos.
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La plaga bajo órdenes de Arthaslogró atravesar las puertas y se abría paso a través de miles de cuerpos sin vida, calcinados, mutilados, masacrados. La alta forestal Sylvannas había caído en combate y luego de esta gran perdida, los demás forestales comenzaron rápidamente a menguar en número. Aquella joven pareja, esos seres que hacía años atrás se habían jurado amor eterno en una época de absoluta paz y prosperidad, ahoraprobarían bajo la más dura de las pruebas, si aquellas palabras cargadas de romanticismo eran tan sólidas como afirmaron.
--La…muerte está sobre nosotros… es el fin… -exclamó un aterrorizado Kariel mientras casi se entregaba a la misma muerte al percatarse de la obvia diferencia numérica que cada vez se hacía mayor.
Kariel se encontraba en ese momento rodeado de varios engendros de la plaga, tres omás necrófagos quizás, pero sobretodo una imponente abominación de carne que sosteniendo ganchos de carnicero y hachas manchadas por la sangre de elfos caídos, se acercaba hacia él como la mismísima parca a punto de reclamar su vida. Una flecha veloz y certera al único ojo de aquella criatura lo dejó desorientado por unos segundos, era Velissa quien con su fina puntería había logrado compraraquellos valiosos segundos que le permitieron a ella y a su amado escapar con vida de aquella muerte segura; al menos en ese momento.
Mientras se alejaban a toda velocidad de aquella escena por el bosque que tan bien conocían Kariel dirige unas rápidas palabras a Velissa diciendo: --Una vez más amor…me has salvado la vida, sin embargo aun peligramos aquí, huyamos de aquí, olvidemos esta guerra...