La forma de vestir y la sencillez
El autor(a) Mtro. Luis Amador Morales, en el momento de escribir este trabajo es pastor de la Iglesia de Fomento, Sancti Spíritus.
Categoría: Simposio Elena G. White
Todos los trabajos en este Simposio:
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La divinidad de Cristo
Elena de White y la Iglesia Adventistadel Séptimo Día
La forma de vestir y la sencillez
La autoridad de Elena G. de White
La forma de vestir y la sencillez
La vestimenta es determinante en nuestra credibilidad y aceptación. En cierta corporación se realizó una investigación acerca del impacto del código de vestuario. El grupo en estudio se dividió en dos muestras, a la primera se le estableció un estilo en el vestir y la segunda quedólibre de tal patrón. Un año después el primer grupo había mejorado en todas las áreas, estuvo más tiempo en su puesto de trabajo y redujo las tardanzas en un quince por ciento. Indiscutiblemente, nuestra apariencia personal impacta a quienes nos rodean y a nosotros mismos.1
“Qué tristeza me da que estés gastando tu tiempo en escribir sobre eso” -me dijo alguien que no simpatiza mucho con tratar elasunto de la vestimenta en la iglesia-. Es cierto que el vestuario no es el punto de partida para una reforma espiritual, pero sí es la evidencia externa de que algo ha cambiado en el interior. No es la causa, pero inevitablemente es el resultado. En el Nuevo Testamento, Pablo y Pedro son los estilistas por excelencia; guiados por el Espíritu Santo enuncian los grandes principios de la ética delatavío cristiano. Muchas son las referencias de la Mensajera del Señor relativas a “vestimenta”, “ropa”, “joyas” y “ornamentos”. El Manual de Iglesia, con mente amplia y flexibilidad cultural, registra nuestra compresión bíblica del tema. A esto se une la producción literaria de los pensadores adventistas en artículos y libros que reconocen, desde una perspectiva equilibrada y sin hacer de ellouna nueva y única verdad presente, el valor de la apariencia de un seguidor de Jesús.
En la década de los 1990 la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Cuba se nutrió de muchas personas que hoy, alrededor de diez años después, son las que tienen el liderazgo, pero que no han sido plenamente educadas e instruidas en áreas prácticas como la que nos ocupa. Todo cuanto han aprendido lo han hecho porobservación, el empirismo ha sido la brújula guía que ha movido a las masas adventistas neófitas hacia uno u otro estilo de vestuario. Detrás de esta realidad subyace un pensamiento global erróneo: “El atavío no es un indicador del carácter cristiano”, pero la verdad es exactamente todo lo contrario: “Somos lo que usamos”. La literatura disponible acerca del atavío cristiano no es todo lo abundanteque la necesidad demanda, y la enseñanza y predicación enfocadas a esta área a veces no están en el proyecto anual del pastor o el anciano.2 Por tales razones, este artículo busca orientar a la iglesia y sus líderes hacia la expectativa de Dios en cuanto al vestuario y la sencillez del cristiano.
Panorama histórico de la vestimenta
La función más evidente del vestuario es proteger y proporcionarcalor, aunque también identifica a quien lo usa -sexo, edad, ocupación u otra característica-. También es cierto que hay vestimentas que no protegen o que pueden causar daños.
Conocemos a una inquieta dama muy ligada a la historia y sus eventos: La moda. Es como un espejo que refleja el estado social y económico de sus seguidores, es una especie de carrera incesante donde el más pudiente cambiaparadigmas, aunque sean retrógrados e ilógicos, para deleitarse en el “Nadie como Yo”. En el fragor de esta batalla, cuando las clases más bajas pueden llegar a copiar a las más altas, estas últimas introducen un nuevo y más costoso cambio para demostrar su supremacía.3
En un vistazo a la antigüedad, notamos que el origen del vestido tradicional de griegos y romanos no está claro, aunque era muy...
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