LA FORMACIÓN DE LOS DISEÑADORES DEL FUTURO
Páginas: 16 (3983 palabras)
Publicado: 3 de febrero de 2014
La formación de los diseñadores del futuro
Reflexiones sobre un caso de didáctica ‘made in Italy’
LUISA COLLINA
Exposición Travel Trading, junio 2009 (fotografia de Silvia Girardi)
A partir de un caso específico, el curso de postgrado Diseño de Sistemas de Productos y Servicios impartido en inglés en la facultad de diseño del Politécnico de Milán a alumnos italianos e internacionales, sepretende exponer un conjunto de reflexiones inherentes al perfil actual y futuro del diseñador, entendido como un “profesional reflexivo” (en palabras de Donald A. Schön)1 llamado a actuar en contextos inciertos y poco definidos, capaz de estructurar de un modo original un problema y de encontrar, mediante técnicas híbridas y complejas, con instrumentos adaptados de otras disciplinas o deproducción propia, soluciones de amplio espectro, experimentales e innovadoras.
“Los jóvenes de hoy se encuentran de pronto en una situación en la que, debido a las extrañas exigencias de la vida, no basta con una inteligencia media. [...] Efectivamente, no basta con jugar bien; la duda vuelve a aparecer repetidamente: ¿es este el juego al que toca jugar ahora mismo? ¿Y cuál es el más indicado?”
[LUDWIG WITTGENSTEIN, Aforismos, cultura y valor ]
Premisa
En el siglo XIX se hace claramente manifiesta la distinción entre artista-genio y científico y, con ella –pensemos en el caso francés– la diferenciación entre didáctica del proyecto de tipo artístico, en la escuela de bellas artes, y la formación basada principalmente en las técnicas de ingeniería, en la escuela politécnica.
Másrecientemente, Claude Lévi-Strauss, en los estudios antropológicos publicados en El pensamiento salvaje,2 distingue entre pensamiento mítico y conocimiento científico, entrebricoleur e ingeniero. El bricoleur es el que realiza un trabajo con las manos, usando medios diferentes a los del hombre del oficio. El conjunto de medios del bricoleur no se puede definir, por tanto, en función de un proyecto.El bricoleur elabora estructuras por medio de eventos (medios artesanales), mientras que el ingeniero elabora eventos (mutaciones en el mundo) a través de las estructuras que fabrica (sus hipótesis y sus teorías: medios científicos).
Al hacer evidentes las diferencias entre estas dos figuras, Lévi-Strauss saca a la luz la distinción entre el que posee un método pero no conoce a priori los resultadosde su propio trabajo, y el bricoleur que, al contrario, conoce el resultado, pero no dispone de método.
François Jacob, premio Nobel de medicina y fisiología con Jacques Monod en 1965, vuelve a poner de manifiesto esta contraposición: “El ingeniero se pone manos a la obra sólo después de disponer de los materiales e instrumentos estrictamente necesarios para su proyecto. El bricoleur, por suparte, se arregla con lo que tiene. [...] Tal como ha señalado Claude Lévi-Strauss, los instrumentos del bricoleur, a diferencia de los del ingeniero, no pueden proyectarse con antelación. Los materiales de los que dispone no tienen un objetivo preciso. Todos ellos pueden utilizarse para cosas diversas. Lo único que tienen en común estos objetos es el hecho de que ‘siempre pueden ser útiles’. ¿Paraqué? Depende de las circunstancias”.3
Hoy en día esta distinción nos parece ya superada
A partir del concepto de ‘pensamiento reflexivo’ 4 y del ‘manejo inteligente’5 de John Dewey, la idea de ‘profesional reflexivo’ elaborado por Donald A. Schön deja obsoleta la diferenciación entre ingeniero y bricoleur de Lévi-Strauss, abriendo las puertas a nuevos perfiles y nuevos procesos formativoscapaces –como decía el propio John Dewey en El arte como experiencia– de ‘construir al mismo tiempo la idea y su materialización objetiva’, de ‘replantearse las propias ideas a través del medio de la materialización y del objeto de la percepción definitiva’, reconociendo ‘la íntima unión del hacer y del soportar’.6
De ahí la importancia de razonar sobre las modalidades aplicables para la...
Reflexiones sobre un caso de didáctica ‘made in Italy’
LUISA COLLINA
Exposición Travel Trading, junio 2009 (fotografia de Silvia Girardi)
A partir de un caso específico, el curso de postgrado Diseño de Sistemas de Productos y Servicios impartido en inglés en la facultad de diseño del Politécnico de Milán a alumnos italianos e internacionales, sepretende exponer un conjunto de reflexiones inherentes al perfil actual y futuro del diseñador, entendido como un “profesional reflexivo” (en palabras de Donald A. Schön)1 llamado a actuar en contextos inciertos y poco definidos, capaz de estructurar de un modo original un problema y de encontrar, mediante técnicas híbridas y complejas, con instrumentos adaptados de otras disciplinas o deproducción propia, soluciones de amplio espectro, experimentales e innovadoras.
“Los jóvenes de hoy se encuentran de pronto en una situación en la que, debido a las extrañas exigencias de la vida, no basta con una inteligencia media. [...] Efectivamente, no basta con jugar bien; la duda vuelve a aparecer repetidamente: ¿es este el juego al que toca jugar ahora mismo? ¿Y cuál es el más indicado?”
[LUDWIG WITTGENSTEIN, Aforismos, cultura y valor ]
Premisa
En el siglo XIX se hace claramente manifiesta la distinción entre artista-genio y científico y, con ella –pensemos en el caso francés– la diferenciación entre didáctica del proyecto de tipo artístico, en la escuela de bellas artes, y la formación basada principalmente en las técnicas de ingeniería, en la escuela politécnica.
Másrecientemente, Claude Lévi-Strauss, en los estudios antropológicos publicados en El pensamiento salvaje,2 distingue entre pensamiento mítico y conocimiento científico, entrebricoleur e ingeniero. El bricoleur es el que realiza un trabajo con las manos, usando medios diferentes a los del hombre del oficio. El conjunto de medios del bricoleur no se puede definir, por tanto, en función de un proyecto.El bricoleur elabora estructuras por medio de eventos (medios artesanales), mientras que el ingeniero elabora eventos (mutaciones en el mundo) a través de las estructuras que fabrica (sus hipótesis y sus teorías: medios científicos).
Al hacer evidentes las diferencias entre estas dos figuras, Lévi-Strauss saca a la luz la distinción entre el que posee un método pero no conoce a priori los resultadosde su propio trabajo, y el bricoleur que, al contrario, conoce el resultado, pero no dispone de método.
François Jacob, premio Nobel de medicina y fisiología con Jacques Monod en 1965, vuelve a poner de manifiesto esta contraposición: “El ingeniero se pone manos a la obra sólo después de disponer de los materiales e instrumentos estrictamente necesarios para su proyecto. El bricoleur, por suparte, se arregla con lo que tiene. [...] Tal como ha señalado Claude Lévi-Strauss, los instrumentos del bricoleur, a diferencia de los del ingeniero, no pueden proyectarse con antelación. Los materiales de los que dispone no tienen un objetivo preciso. Todos ellos pueden utilizarse para cosas diversas. Lo único que tienen en común estos objetos es el hecho de que ‘siempre pueden ser útiles’. ¿Paraqué? Depende de las circunstancias”.3
Hoy en día esta distinción nos parece ya superada
A partir del concepto de ‘pensamiento reflexivo’ 4 y del ‘manejo inteligente’5 de John Dewey, la idea de ‘profesional reflexivo’ elaborado por Donald A. Schön deja obsoleta la diferenciación entre ingeniero y bricoleur de Lévi-Strauss, abriendo las puertas a nuevos perfiles y nuevos procesos formativoscapaces –como decía el propio John Dewey en El arte como experiencia– de ‘construir al mismo tiempo la idea y su materialización objetiva’, de ‘replantearse las propias ideas a través del medio de la materialización y del objeto de la percepción definitiva’, reconociendo ‘la íntima unión del hacer y del soportar’.6
De ahí la importancia de razonar sobre las modalidades aplicables para la...
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