La Formacion De La Mentalidad Sumisa

Es inevitable no retroceder en el tiempo y situarme en mis primeros recuerdos, cual era mi comida preferida, cuales eran mis sitios favoritos, cuáles fueron las primeras cosas que aprendí de mis padres, como era mi personalidad, mis primeros sueños. Algunas de estas situaciones, por supuesto han cambiado, como ha cambiado también el entorno donde ahora me desenvuelvo, paso de un bosque de pinoscon historias mágicas a una cantidad de edificios, calles y pocas historias mágicas, pero muchas de estas primeras experiencias se han quedado en mí. Como por ejemplo evitar los peligros que para los niños significan las escaleras, recuerdo haber aprendido a bajarlas y subirlas con mucha paciencia para no caerme, mi infancia fue en el campo, alrededor de familias que necesitaban trabajar ycultivar la tierra para poder sobrevivir, no solo por una alimentación sino para rendirle a su patrón y poder tener un techo donde vivir. En mi casa por lo contrario contábamos con ciertos privilegios aunque también estuviéramos en el campo, mis padres me inculcaron siempre un trato igualitario, mi comportamiento y mi manera de tratar a las personas debía ser igual independientemente de su condiciónsocial, de su forma de vestir, simplemente eran maneras distintas de vivir y de ganarse la vida que no los hacia menos felices o no merecieran mi respeto y mi cariño “no trates a otros de la manera que no te gustaría que te traten” puede esto asemejarse a una clase de sumisión, sé ahora que no solo debe ser un comportamiento impuesto por una autoridad, debe ser un comportamiento natural que salga delcorazón, pero en ese tiempo atrás no era un pensamiento autónomo o por simple decisión y donde la única alternativa era obedecer para no asumir otras consecuencias.
Llega a mi cabeza también el recuerdo de mi hermano mayor que nunca le gustó ninguna clase de deporte colectivo, ni asistir al colegio, ni las reuniones sociales y mi mamá le decía: “ Santiago, algunas veces en la vida se deben hacerlas cosas que no nos gustan para después hacer las que nos gusten” otra clase de sumisión.
Muchos de mis hábitos o de las cosas que me gustan están situadas, o incluso tienen raíces en mi infancia, caminar en las noches de luna llena, comprar muchos dulces y sentarme a ver películas horas y horas, leer cuentos infantiles, hacer fogatas en lo posible con cantante y guitarra, cantar y bailardisfrazada frente a un espejo… podría decirse que estas acciones han marcado el curso de mi vida, y de alguna manera estas informaciones determinan como vivo.
En este viaje encantado por mis recuerdos, me sitúo en el colegio (risa) ¡como pasé de bueno en el colegio!, haciendo de todo, menos estudiando, ni aprendiendo, estar en el colegio me fascinaba, veía a mis mejores amigas, el chisme de lo quepaso mientras nos separábamos 5 0 6 horas mientras estábamos en casa, compartir lo que llevábamos de algo, todo esto era una dicha, pero no había algo más impenetrable y aburrido que el momento de regresar a clases donde se entumecía la mano de escribir todo lo que la profesora dictaba, el conocimiento no se hace interesante de esa forma para aprenderlo, además eran cosas que la profesora repetíay repetía ya se las sabia de tanto repetirlas pero jamás hacían parte de su conocimiento, simplemente duplicaba lo que ya estaba dicho.
Mi formación escolar fue un poco contradictoria con mi formación en mi hogar. Estudiaba en un colegio femenino de monjas donde me imponían el largo de mi falda, debía ponerme de pie y recitar una cantidad de frases cordiales cuando la madre superiora llegaba derepente a mi salón, debía peinarme de la manera que ellas exigían, no podía usar accesorios, maquillarme era lo más prohibido pues su lema era “piedad, sencillez y trabajo” una abundancia de actuaciones programadas e impuestas, tal vez con algún sentido para ellas, quizás tenían la certeza que esa información nos haría mejores ciudadanos o personas mas competitivas para la sociedad . Otro caso...