La Foto 3001

Las agujas del reloj anunciaban que era la hora. Empecé a envolver mi cuerpo en viejas ropas; Un jean azul desgastado, unos botines y una camiseta con la leyenda Ecuador, serían mi uniforme de estasoleada jornada. Cogí mi cámara, a esta la coloqué en una maleta y la colgué en mi hombro, listo para salir. Desayuné y me despedí de quien día a día reza por mi.
No caminé más de 2 cuadras hastallegar a la plaza central de mi pueblo; Mi pueblo, si bien era chiquito, siempre conocía gente nueva. Es un pueblo de 10 casas y en mis 15 años que llevo viviendo allí, nunca me he vuelto a re-encontrarcon alguien conocido.
Saqué mi maltratada cámara de mi bolso, la coloqué en mi cuello,y empecé a disparar a lo que sea. El sonido del obturador anunciaba al pueblo que mi trabajo comenzaba. Flores,perros, gatos, viejas, mujeres, niños y murales se combinaban en el pequeño lente de mi cámara. De pronto, mi dedo del brazo derecho no dejó de disparar, algo en el visor había enamorado a mi vista.Bajé mi cámara, y miré.
A casi 20 pasos estaba ella. De ojos verdes, tez blanca, cabello lacio, rostro delgado. Inmediatamente mis ojos de perro se cruzaron con sus ojos de gata. 3 segundos deverla, y comprendimos lo que queríamos. En ese instante, mi cámara y yo, tuvimos un extraño romance con la desconocida mujer de la plaza Ella caminaba descalza, yo la capturaba. Se subía unas gradas, lainmortalizaba. Me miraba, la apresaba en la imagen. Saltaba de aquí a allá, yo la seguía con mi cámara, de aquí para allá. Jugamos al gato y al ratón. Corríamos de lugar en lugar, de banco en banco,de vereda en vereda. Mi cámara no paraba de hacer, clic, clic, clic, clic..... Y mi corazón, no paraba de latir.
La tarde empezó a caer, y el trío del cual formé parte, empezó a ser un dúo, un dúosolitario. Esa misma noche la busqué en mis propios sueños, y como lo esperaba, la encontré.
A la mañana siguiente salí como todos los días a la plaza, sorprendentemente ahí estaba, la chica de mis...