La frontera del horror
Páginas: 4 (828 palabras)
Publicado: 1 de febrero de 2012
“La gente intenta buscar razones para los actos sádicos y crueles. No hay excusa. Son un cáncer para la sociedad”. John Malkovich, actor.
La frontera del horror
Pocas cosas tandifusas y, a la vez, más clarificadoras que las fronteras. No sólo las físicas, que separan pueblos o naciones. También las que separan o delimitan acciones. Lo bueno de lo malo. Lo permitido de lo nopermitido. Lo tolerable de lo intolerable.
La frontera que me preocupa es la turbia línea que separa la pornografía de adultos de la llamada infantil, tristemente en boca de todos en nuestra ciudadestos primeros días de Agosto.
La pornografía de adultos es, al ser de adultos, todo lo lícita que nosotros estimemos conveniente. En general, se estima que lo que entre personas mayores de edad yde mutuo consentimiento hacen en cuestión de sexo y ante terceros, sea por la vía que sea, es lícito. En definitiva, están de acuerdo los que la hacen y los que la ven. Ambas partes reciben unagratificación de algún tipo. Nos puede gustar o no. Pero entra dentro de nuestra libertad disfrutarla o no. Como los toros, el fútbol o la ornitología. Lo dicho, cuestión de gustos.
Pero el problemaradica en la mal llamada pornografía infantil. En ella no concurren las mismas circunstancias que en la de adultos. Una de las partes actoras, los niños, no intervienen de propia voluntad. No. Todo locontrario, son forzados. No son imágenes de placer sexual consensuado. Son imágenes de torturas a menores. Son fotos o vídeos de violencia hacia seres que no reciben ningún placer sino, al contrario, unsufrimiento inenarrable.
Por dejarlo muy claro de una vez por todas. Baste decir que en un niño que se ve sometido en esas prácticas horrorosas y contra natura, “su natura” no recibe mas salarioque la tortura diaria. Más pago que la muerte mísera y lenta que le espera tras cada “sesión de rodaje”. Son niños que, desde prácticamente bebés, son usados salvajemente… Cuando crezcan un poco...
La frontera del horror
Pocas cosas tandifusas y, a la vez, más clarificadoras que las fronteras. No sólo las físicas, que separan pueblos o naciones. También las que separan o delimitan acciones. Lo bueno de lo malo. Lo permitido de lo nopermitido. Lo tolerable de lo intolerable.
La frontera que me preocupa es la turbia línea que separa la pornografía de adultos de la llamada infantil, tristemente en boca de todos en nuestra ciudadestos primeros días de Agosto.
La pornografía de adultos es, al ser de adultos, todo lo lícita que nosotros estimemos conveniente. En general, se estima que lo que entre personas mayores de edad yde mutuo consentimiento hacen en cuestión de sexo y ante terceros, sea por la vía que sea, es lícito. En definitiva, están de acuerdo los que la hacen y los que la ven. Ambas partes reciben unagratificación de algún tipo. Nos puede gustar o no. Pero entra dentro de nuestra libertad disfrutarla o no. Como los toros, el fútbol o la ornitología. Lo dicho, cuestión de gustos.
Pero el problemaradica en la mal llamada pornografía infantil. En ella no concurren las mismas circunstancias que en la de adultos. Una de las partes actoras, los niños, no intervienen de propia voluntad. No. Todo locontrario, son forzados. No son imágenes de placer sexual consensuado. Son imágenes de torturas a menores. Son fotos o vídeos de violencia hacia seres que no reciben ningún placer sino, al contrario, unsufrimiento inenarrable.
Por dejarlo muy claro de una vez por todas. Baste decir que en un niño que se ve sometido en esas prácticas horrorosas y contra natura, “su natura” no recibe mas salarioque la tortura diaria. Más pago que la muerte mísera y lenta que le espera tras cada “sesión de rodaje”. Son niños que, desde prácticamente bebés, son usados salvajemente… Cuando crezcan un poco...
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