La Guerra De Los Pasteles
EL MÉXICO DE ENTONCES.
Visualizando el México de 1838, una nación que a tan solo 17 años de consumada su independencia todavía sufría las consecuencias de la Colonia y estaba realmente agobiada por la guerra co Texas, la gran cantidad de problemas internos y los cambios de gobierno. Como ejemplo, baste decir que se habían sucedido 21 presidentes, es decir, másde uno por año desde 1823.
Todo esto hacía que México fuera “un buen bocado” para los extranjeros y seguramente ese era el sentir de Francia al declararle la guerra a nuestro país por causas insuficientes y ridículas, teniendo en cuenta el derecho internacional. Quizá consideraban que si un puñado de españoles había conquistado México, no había razón para pensar que ellos no pudieran repetir lahazaña tres siglos después.
LA VIEJA TACUBAYA.
En 1838, Tacubaya era una población que iba creciendo por su proximidad a la ciudad de México, además era el lugar de descanso y residencia tanto de personalidades como de familias de alcurnia, muy apreciado por su clima benigno, producto de su cercanía al río de la Piedad y al bosque de Chapultepec. En ese pueblo, frente a la tapia de laantigua hacienda de la Condesa de Miravalle (que dio nombre a la colonia Condesa y hoy es la embajada Rusa), un francés apellidado Remontel tenía una pastelería. En aquel tiempo las pastelerías era una especie de restaurante donde se vendía de todo tipo de panes y confiterías, tanto dulces como saladas y a los cuales la gente iba a tomar té, café, vino y cerveza. Por otro lado, desde 1827 Francia yMéxico intentaban conciliar sus intereses por medio de un tratado llamado “Declaraciones Provisionales”, del cual se hicieron varias versiones; sin embargo, no lograban ponerse de acuerdo y en 1834 cuando estaban a punto de firmarlo, los franceses pidieron incluir un par de cláusulas muy significativas: “la primera exentaba a los ciudadanos franceses de los préstamos forzosos decretados por el gobiernoy la segunda los eximía de las restricciones que el mismo pudiera imponerles como extranjeros”. No obstante como los demás países habían firmado otros tratados similares, el gobierno de México no quiso ceder ante tales presiones de Francia, lo cual provocó el inicio de las tensiones políticas, aunado a eso los ciudadanos franceses radicados en México reclamaban al gobierno de nuestro país que lespagara una indemnización por las pérdidas y daños sufridos durante las guerras civiles de independencia, entre esas quejas se hallaba la del pastelero francés Remontel.
DE FIESTA A BATALLA.
Un día, unos oficiales del ejército de Santa Ana que eran conocidos de Remontel, entraron a su pastelería para pasar la tarde; al transcurrir las horas, tanto él como ellos se emborracharon yempezaron a armar francachela. Al poco rato y a causa de los efectos del alcohol el dueño se quedó dormido antes que los oficiales, entonces, éstos se les ocurrió encerrarlo no sin antes llevarse algunos pastelillos y diversas piezas de la vajilla. Una vez que el tal Remontel tuvo la cabeza despejada y se dio cuenta del abuso de sus amigos mexicanos presentó su queja ante el representante de Francia,el barón Gros, exigiendo el pago de 74 mil pesos por los pasteles que se habían comido, los vinos que se habían bebido, la batería de cocina y hasta la ganancia de varios días de venta, la cual según él “le había sido robada en el motín”.
El barón Gros naturalmente tenía que concederle más importancia al asunto para rendir informes en los que pudiera pasar como funcionario útil, así que turnó laqueja inmediatamente, sin embargo la queja de Remontel no era la única protesta: había otras derivadas de distintos hechos, como las pérdidas sufridas por algunos franceses en el incendio y saqueo de El Parián en 1828, tras un motín en el que participaron tanto las tropas del general José María Lobato como el pueblo que se encontraba en la Plaza Mayor donde estaba situado el mercado en ese...
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