La guerra

Las autoridades alemanas llevaban meses detrás de sus actividades, pero sin apenas pistas. Sophie Scholl era una joven alemana nacida en el año 1921, como el resto de su generación militó en las “Liga de chicas alemanas”, pero esta experiencia enfrentada a sus valores y creencias, junto con el arresto de su hermano en 1937, marcaron un punto de inflexión en su vida respecto a su actitud ante elrégimen nazi. Iniciada la Segunda Guerra Mundial, su hermano Hans, estudiante de medicina, y que también había pertenecido a la Juventudes Hitlerianas, fue enviado como parte del cuerpo médico en 1940 en el frente occidental. En mayo de 1942, tras desarrollar varios trabajos, Sophie se inscribió para realizar estudios de biología y filosofía en la Universidad de Munich, en Baviera, donde tambiénestudiaba su hermano, igualmente interesado en la filosofía. Es allí donde entrará a formar parte el grupo de amigos de Hans, que se reúne para debatir cuestiones filosóficas y culturales. Ese grupo adopta el nombre de “La Rosa Blanca” y en junio comienzan a redactar folletos que envían anónimamente por carta a profesores y dirigidos sobretodo a los estudiantes en contra de las políticas del régimeny la falta de libertad. Ese mismo verano, el de la Operación Blau, su hermano y sus amigos, Alexander Schmorell, Willi Graf y Jürgen Wittenstein son enviados a combatir en el frente ruso, asistiendo a las atrocidades cometidas por el avance alemán en estos territorios, como el asesinato de civiles y judíos. Tras su regreso a Munich en noviembre de 1942, los dos folletos que publicarán denunciaránlo que han vivido y cómo Hitler conduce a Alemania hacia el abismo.
A1 observar el flujo de los acontecimientos de la última década, difícilmente podemos evitar la sensación de que algo muy fundamental ha sucedido en la historia del mundo. El año pasado hubo una avalancha de artículos que celebraban el fin de la guerra fría y el hecho de que la "paz" parecía brotar en muchas regiones del mundo.Pero la mayoría de estos análisis carecen de un marco conceptual más amplio que permita distinguir entre lo esencial y lo contingente o accidental en la historia del mundo, y son predeciblemente superficiales. Si Gorbachov fuese expulsado del Kremlin o un nuevo Ayatollah proclamara el milenio desde una desolada capital del Medio Oriente, estos mismos comentaristas se precipitarían a anunciar elcomienzo de una nueva era de conflictos.
Y , sin embargo, todas estas personas entrevén que otro proceso más vasto está en movimiento, un proceso que da coherencia y orden a los ti- tulares de los diarios. El siglo veinte presenció cómo el mundo desarrollado descendía hasta un paroxismo de violencia ideológica, cuando el liberalismo batallaba, primero, con los remanentes del absolutismo, luego, conel bolchevismo y el fascismo, y, finalmente, con un marxismo actualizado que amenazaba conducir al apocalipsis definitivo de la guerra nuclear. Pero el siglo que comenzó lleno de confianza en el triunfo que al final obtendría la democracia liberal occidental parece, al concluir, volver en un círculo a su punto de origen: no a un "fin de la ideología" o a una convergencia entre capitalismo ysocialismo, como se predijo antes, sino a la impertérrita victoria del liberalismo económico y político.
El triunfo de Occidente, de la "idea" occidental, es evidente, en pri- mer lugar, en el total agotamiento de sistemáticas alternativas viables al liberalismo occidental. En la década pasada ha habido cambios inequívocos en el clima intelectual de los dos países comunistas más grandes del mundo, y enambos se han iniciado significativos movimientos reformistas. Pero este fenómeno se extiende más allá de la alta política, y puede observársele también en la propagación inevitable de la cultura de consumo occidental en contextos tan diversos como los mercados campesinos y los televisores en colores, ahora omnipresentes en toda China; en los restaurantes coope- rativos y las tiendas de...