La historia de ‘Appetite for destruction’, Guns N’ Roses
Izzy Stradlin, Duff McKagan, Axl Rose, Slash y Steven Adler, en su primera actuación como Guns N’ Roses (6 de junio, de 1985).
Foto sacada del libro Reckless road.
LA INSPIRACIÓN PARA ‘APPETITE’
Pero lo que estos jovenzuelos se encontraron al sumergirse en Los Ángeles poco tenía que ver con las canciones sobre desparrames felices que cantaban los grupos de rock durollenos de laca que allí triunfaban. Sí, había fiestas, chicas y desfase, pero también prostitutas, heroína (a la que abrazaron varios de los miembros del grupo) y violencia (“Aquí es posible asesinar” dijo Slash en una entrevista de la época). Los cinco vivieron como en una comuna anárquica y pobre estos dos años previos a la publicación de Appetite for destruction. Pasaron por un local de ensayo -enla esquina de Sunset Boulevard con Gardner Street, en Los Ángeles– donde también caían desplomados por sus cuelgues. Se alojaron durante un tiempo en una antigua propiedad del clásico cineasta Cecile B DeMille, y que el grupo se encargó de destrozar. Arnold Stiefel, mánager de la banda entonces, recuerda cómo le citó el casero, indignado por los desperfectos. “Casi me desmayé cuando lo vi. Estabamás allá de lo imaginable y no pude parar de reírme al verlo: habían arrancado los váteres y los habían tirado a través de las ventanas, había restos de caca en los lavabos y, esparcidos, trozos de hamburguesas, con moho y a medio comer”. Entre desfases con drogas, ligues con bailarinas de striptease y sin dinero para apenas comer surgió la inspiración para componer Appetite for destruction. Elanhelado contrato para su primer álbum llegó en marzo de 1986.
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Guns N’ Roses, dos años antes de grabar Appetite for destruction. Foto sacada del libro Reckless road.
LA GRABACIÓN: “NO” A PAUL STANLEY
El primer productor elegido para ponerse al mando Appetite for destruction fue Paul Stanley, de Kiss. No hubo química con la entonces desmaquillada estrella: alenseñarle los Guns unas maquetas que tenían grabadas, éste sugirió que añadieran unos coros en la canción Nightrain, para hacerla, según Stanley, más pegadiza. Por este motivo Axl, mosqueado, dejó de hablarle e incluso de mirarle. Slash, por su parte, no fue más benévolo con el pronto destituido productor y esparció rumores sobre la supuesta homosexualidad de éste (¿existe mayor castigo para una...
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