La historia

UNA CONCEPCIÓN TEOCÉNTRICA DE LA HISTORIA

JESUCRISTO REVELA AL HOMBRE AL PROPIO HOMBRE

“Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos; el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y elque sostiene todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más les supera en el nombre que ha heredado.” [1]

El estudio de la historia de los hombres está orientado siempre, aunque no de un modo consciente en todos los casos, por una determinadaconcepción antropológica. De que esa concepción sea cristiana o no depende el significado que se le atribuya a palabras tan definitivas en este estudio como historia, hombre, libertad, destino, mundo, progreso...; “por el olvido de Dios la propia criatura queda oscurecida.” [2] Por tanto, los datos que aporta la revelación cristiana a los historiadores deben ser considerados como premisasirrenunciables, ya que hacen referencia a los principales protagonistas de la historia humana: Dios y el hombre. En efecto, la revelación no sólo contiene verdades relativas a Dios, sino que, en Jesucristo, Dios revela al hombre quién y cómo es el propio hombre. Del hecho de la Encarnación de Jesucristo se derivan consecuencias fundamentales para el estudio de la historia. Cada palabra y cada gesto deJesucristo es un dato de la revelación acerca del origen, el ser y el destino del hombre. “El Verbo de Dios, por quien fueron hechas todas las cosas, hecho Él mismo carne y habitando en la tierra, entró como hombre perfecto en la historia del mundo, asumiéndola y recapitulándola en sí mismo.” [3]

En primer lugar debemos tener en cuenta que el hombre es una criatura de Dios; existe una relación dedependencia entre el hombre y su creador. En segundo lugar, que Dios ha entregado la creación en manos de los hombres encomendándoles una misión específica: “Creado el hombre a imagen de Dios, recibió el mandato de gobernar el mundo en justicia y santidad, sometiendo a sí la tierra y cuanto en ella se contiene, y de orientar a Dios la propia persona y el universo entero, reconociendo a Dios comoCreador de todo, de modo que con el sometimiento de todas las cosas al hombre sea admirable el nombre de Dios en el mundo.” [4] ; tanto el modo como el objetivo final del progreso humano están, por tanto, indicados por Dios mismo. En tercer lugar, que el hombre es imagen y semejanza de Dios y está llamado a vivir una vida sobrenatural; su naturaleza y su dignidad propia derivan de esta condición deser hijo de Dios: “La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios. Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios. Existe pura y simplemente por el amor de Dios, que lo creó, y por el amor de Dios, que lo conserva. Y sólo se puede decir que vive en la plenitud de la verdad cuando reconoce libremente ese amor y se confía porentero a su Creador.” [5]

Sin una idea cabal de quién es Dios, fácilmente caerán unos historiadores en idealismos o materialismos extremos; sin una antropología cristiana, existe el riesgo de olvidar la dignidad del hombre y su libertad, o de exaltarla de tal modo que llegue a hacer incompatible el ideal del progreso humano con la sola idea de Dios. “Hoy día, en efecto, la negación de Dios o de lareligión se presenta no rara vez como exigencia del progreso científico y de un cierto humanismo nuevo. En muchas regiones esa negación se encuentra expresada no sólo en niveles filosóficos, sino que inspira ampliamente la literatura, el arte, la interpretación de las ciencias humanas y de la historia y la misma legislación civil.” [6] “Hay quienes exaltan tanto al hombre, que dejan sin...