La historiografía romana de época imperial

La Historiografía de Época Imperial: Tácito y Suetonio

Con la llegada del régimen político del Principado, en el siglo I, se recorta la libertad que se respiraba bajo el sistema republicano. Los escritores de historia no encuentran las mismas circunstancias favorables que las que habían permitido el desarrollo de este género literario en el período anterior. En consecuencia, siguen laactitud de T. Livio y tan sólo recuperan las costumbres, de tal manera que las composiciones están caracterizadas por un tono excesivamente moralizante. Al mismo tiempo hay una diversidad de corrientes literarias y una dualidad ideológica que permite entender que una gran parte se haya perdido. De esta primera época destacan:
• Valerio Máximo, autor de Dicta et facta memorabilia, nueve librosdedicados a escribir sobre hechos y dichos memorables de personajes romanos y extranjeros.
• Veleyo Patérculo, de familia burguesa e ilustrada, fue panegirista del triunfo de Tiberio en Germania en el año 12 y escribió una Historia Romana, que consta de dos libros (el primero comienza en los héroes de Troya y finaliza con los autores griegos y latinos del siglo II a.C. y el segundo se iniciacon la crisis del siglo II a.C. y se cierra con un elogio al reinado de Tiberio).
• Quinto Curcio es quizás una de las mayores incógnitas de la literatura latina, porque no se conoce nada sobre él. Incluso su obra, que podría aportar algunas conclusiones, no ha permitido extraer más que vagas ideas ajustables a varias etapas de la historia. No obstante, el tema y el tratamiento de su trabajoparecen encajar más en la última etapa de los Claudios que en la tendencia nacionalista del primer Flavio. Su obra, una Historia de Alejandro Magno, constaba de diez libros, aunque sólo nos han llegado los ocho últimos y tampoco enteros.

El gran problema de la historiografía anterior a Tácito y Suetonio es la trágica confrontación entre la necesidad de admitir que una figura rija el Estadoy la imposibilidad de conciliar esa idea y la personalidad de los distintos príncipes con la tradicional libertas que había instaurado la República y con la que el historiador se identifica plenamente.
La historiografía volverá a tener importancia desde el punto de vista de la estructura literaria sólo cuando un autor como Suetonio comprenda que la Historia de Roma se ha convertido en ladel César reinante. En ese momento la biografía es el vehículo idóneo para recrear la vida de un Príncipe, pues incorpora la historia de su época y puede servir como instrumento para expresar un programa político. Sin embargo, darle la flexibilidad ideológica y literaria será su virtud. La de Tácito, en cambio, será proporcionar la complejidad necesaria al género analístico para mantenerlo hasta elfin de la latinidad con Amiano Marcelino, como el más adecuado para narrar la esencia y la historia del poder.

Tácito
No se conoce con seguridad el praenomen de Cornelio Tácito, pues tanto Publio como Gayo aparecen en la tradición; tampoco su lugar de origen, aunque al parecer era de la Galia Narbonense. Su nacimiento podría ser entre los años 55 y 57 d.C. y su muerte pudo ocurrirtiempo después de la de Trajano (117), por las conjeturas que se hacen en torno a la cronología de su última composición.
Su formación como orador está clara en su Diálogo 2.1: ‘Nam postero die quam Curiatius Maternus Catonem recitauerat, cum offendisse potentium animos diceretur, tamquam in eo tragoediae argumento sui oblitus tantum Catonem cogitasset, eaque de re per urbem frequens sermohaberetur, uenerunt ad eum Marcus Aper et Iulius Secundus, celeberrima tum ingenia fori nostri, quos ego utrosque non modo in iudiciis studiose audiebam, sed domi quoque et in publico adsectabar mira studiorum cupiditate et quodam ardore iuuenili, ut fabulas quoque eorum et disputationes et arcana semotae dictionis penitus exciperem, quamuis maligne plerique opinarentur, nec Secundo promptum...