La Idea De Administracion De Justicia En La Epoca De Benito Juarez
Salvador CÁRDENAS GUTIÉRREZ*
SUMARIO: I. Historia de una idea. II. El arreglo de la administración pública. III. El nombramiento de los funcionarios judiciales. IV. La codificación. V. Profesionalización de la clase judicial. VI. El problema de la infidencia de los funcionarios judiciales. VII. Conclusión.
I. HISTORIADE UNA IDEA
El siglo XIX mexicano fue fructífero en el desarrollo de ideologías, conceptos y visiones optimistas de un mejor futuro y proyectos de nación. La administración de justicia durante la segunda mitad del siglo plus minusve, se transformó en un ideal, y más que eso, en un concepto que alimentó una doctrina acerca del derecho y la justicia.
En las páginas siguientes trataré deexponer los temas principales que articularon este ideal de buen gobierno, relacionándolos con las opiniones y diversas visiones vertidas durante la época de Benito Juárez. Colateralmente señalaré algunos de los problemas que enfrentaron los gobiernos de ese periodo para poner en práctica los principios ideológicos esbozados en las leyes y en el discurso político republicano.
Para la elaboraciónde este trabajo he consultado primordialmente la prensa, pues durante el siglo XIX, fue en ésta y no en las aulas, donde se debatieron con mayor ahínco y encono los grandes problemas nacionales, convirtiéndose en una verdadera "arena" para la defensa de las ideologías.
Los temas aquí tratados no pretenden sistematizar la doctrina ni formar una síntesis de la ideología liberal sobre laadministración de justicia, componen más bien lo que podríamos llamar una aproximación "tópica" a la problemática de la época.
II. EL ARREGLO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Con la expresión "arreglo de las oficinas", tan del gusto y de la sensibilidad normativista de la época que aquí nos ocupa, se expresaba el paso del caos y la pobreza hacia la felicidad social, la cual no se conseguiría sino através de la organización racional de la convivencia por medio de la legislación. Consecuentemente, el desarreglo de la administración era visto como un mal social, como un símbolo claro de la incapacidad gubernamental para conseguir la organización de la convivencia por medio del cálculo instrumental. Especialmente grave resultaba la falta de "arreglo de la administración de justicia", puesproducía no sólo el retraso en la carrera hacia la civilización, sino graves peligros de regresión e involución de los grupos humanos:
Lo que no puede nunca acontecer, y ni siquiera se puede concebir —leemos en un editorial de El Siglo XIX— es, no ya que florezca, no que adquiera poder, sino que subsista una asociación, en la que la administración de justicia no esté al menos medianamente arreglada.Fenómeno tal, sería semejante al de un edificio que no cayese y se sostuviera en el aire, a pesar de faltarle los cimientos.1
"Arreglar la justicia" significaba, en primer lugar, sujetarla a unas "reglas" de carácter general, de tal manera que se expeditara y a la vez se objetivara, alejándola así de cualquier posible arbitrio personal. Se pensaba que de esa forma se conseguiría, no sólo laequidad en las decisiones y el control de quienes las tomaban en el Poder Judicial, sino además, la racionalización de la convivencia humana, pues los ciudadanos sabrían bien a qué atenerse en los procesos y trámites de los juzgados.2 La concreción de ese "arreglo" del que hablaban nuestros intelectuales en aquel entonces, era la llamada "reforma judicial", que, más que un programa concreto, era unconcepto político. Incluso admitía toda suerte de matices ideológicos y programáticos, pues tanto liberales como conservadores, federalistas y centralistas, solían ofrecer, cada uno a su modo y según la lógica de su discurso, un "plan de reforma del ramo judicial".
El concepto se volvió así un lugar común en todas nuestras revoluciones: se le colocaba siempre en el centro, como una de las...
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