La identidad nacional y la picardía mexicana
en los libros de Armando Jiménez
Por: Alfonso Hernández Hdez.
Cronista del barrio de Tepito
La lengua española fue compañera delconquistador. De tal manera, el lenguaje siguió la suerte del imperio, y viceversa, juntamente crecieron y florecieron en la Nueva España, y junta fue la caída entrambas.
La picardía, el caló, la tatacha,y el caliche, se configuraron como postulados claves que jocosamente renombran el significado y los significantes de las palabras surgidas del mestizaje que, aunque marginado, se recreó en cadaespacio vital de la barriada. La condición para su permanencia y desarrollo, dependió del arraigo a una identidad verbal comunitaria que aprendió a fundir las etimologías griegas, con las raíces latinas, ycon la gramática leperusca.
Y si hay alguien que supo valorar y rescatar todo esto, fue Armando Jiménez, para quien nuestra picardía, es un código complejo que le es ajeno y extraño a la ciudadfragmentada. Y que en este sentido, la picardía es una forma de expresión alter-nativa y contestataria, que con sátira social re-nombra lo nombrado oficialmente. Donde cada pícaro es contundente,atacando el sentido del sin sentido, reciclando las palabras del adentro y el afuera del diccionario, re-inventando el discurso citadino, en su realidad particular e irrepetible, participando en el recreode las palabras maliciosas, con toda su netafísica barrial, y su imarginación desbordada.
La picardía urbana y rural, son un producto neto de las contradicciones socioculturales y, en su perfil máslogrado, rompe y multiplica los límites significativos de las palabras. Donde cada generacion , oficio, ideología, y género, son quienes formulan los códigos del albur rimado. Las motivacionespsicosociales que originan la picardía, son de una gran riqueza explicativa acerca del hecho cultural barrial: transgresor y contestatario, cuya sobrevivencia y fresca sordidez, contiene mecanismos del...
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