"La idiosincrasia del mexicano" ensayo basado en "Los hijos de la malinche" y "Máscaras mexicanas" de Octavio Paz


La idiosincrasia del mexicano

Después de leer “Máscaras mexicanas” y “Los hijos de la malinche”, ambos fragmentos del nobel Octavio Paz, me percato de tantas cosas tan insignificantes y cotidianas para nosotros, que no nos damos cuenta del peso que tienen en nosotros como sociedad; en cómo nos afecta, como nos marca.
¿Qué puedo decir de la sociedad mexicana? ¿Qué más resta decir sisabemos a ciencia cierta que nuestro extenso y bello país es, a consideración del resto, una nación en vías de desarrollo? ¿Economía tercermundista? ¿Vida tercermundista? Mexicano tercermundista.
Y, ¿a quién le podemos echar la culpa de esto? Al mal gobierno no, a la gente tampoco, ¿entonces? En México desgraciadamente el sistema político hace como que gobierna, y los ciudadanos, hacen como que songobernados; ¿Quién es el culpable? ¿Dónde está el error?
Como dice paz, el mexicano máscara todo. Hacemos como que nada pasa, la vida sigue, dicen. El problema está en nosotros mismos como sociedad, que no hemos podido superar lo insuperable por el hermetismo absoluto que vivimos. Y es que si solamente pudiéramos “abrirnos” un poquito con los demás y aceptáramos apoyo, pudiéramos dar un gran paso.Pero no es así, los mexicanos no nos damos apoyo de verdad unos a otros, somos como las jaibas, que las avientas en una cubeta destapada y jamás escapan porque se arrastran unas a otras al precipicio. No somos fraternos, no somos solidarios, y si lo llegamos a hacer, es “por educación”.
El mexicano es un ser frustrado. Cerrado y temeroso, resentido por su pasado e indispuesto por su futuro.Nunca vive su situación actual, nunca el presente, nunca ubicado. No hemos podido superar la “chinga que nos arrimaron” los españoles.
Nos sentimos inferiores, siempre menos que los demás, desvalorados, desmotivados. Doble cara el mexicano, hipócrita, nunca directo, ni sincero, no se nos enseñó a decir la verdad, más bien, a actuar.
Miedo, el mexicano tiene miedo. Y por eso es tan “macho” paraocultar el temor, siempre a la defensiva, y siempre con evasivas.
Nos gusta la mala vida, nos gusta aceptar la derrota y no rajarse, en vez de conseguir el éxito a como dé lugar.
Para mí, debido a todo lo anterior, el mexicano es un ser sin motivación, sin autoestima; pero a la vez, cómodo y conformista, sin aspiraciones. Prefiere sufrir y ser un mártir, y no “rajarse”, a esforzarse por vivirpleno. Optamos por dar lástimas, por estar a expensas, a pero eso sí, con un orgullo falso más grande que nosotros mismos.
Somos una mezcla única de sociedades con choques culturales, y por eso a veces, se nos pierde la identidad. No somos indios, tampoco españoles, mucho menos gringos. Somos bien mexicanos a mucha honra, pero nos la pasamos criticando el lugar que nos vio nacer. Malinchistas pornaturaleza, siempre añorando lo extranjero. Sabemos menos de México que los europeos, pero cuando salimos de viaje, siempre estás buscando mostrar algo del país a los demás.
El mexicano se esconde, esconde la verdad, y la deja entrever poco a poco. Nunca directos ni objetivos, siempre usando el albúr, las bromas y el doble sentido para dejar escapar la verdad. El mexicano es claroscuro,melodramático, barroco por excelencia, y el ejemplo nos lo pone la incomprendida Sor Juana. Nunca romanticistas, nunca expresivos en extremo. Siempre recatados.
Mexicano, humano por excelencia y por defecto, es tibio. No es ni una ni otra. Ni blanco ni negro, ni caliente ni frio. Ni una ni otra, entonces no es nada. Y con ese nada se ningunea, se desaparece de la faz de la tierra.
Con esto, con el nudode complejos que presenta el mexicano, parece ser que el problema no solo afecta a varones, sino al contrario les pega más duro a las mujeres.
Hablemos de ellas, vaya que Paz nos sabe dar una realista explicación de cómo teníamos al sexo opuesto, y digo teníamos porque en la actualidad, con eso de que vivimos en vías de desarrollo, la participación de la mujer está en constante cambio.
La...