La Iglesia Como Comunion
Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos aspectos de la Iglesia considerada como comunión.
INTRODUCCION
1. Fl concepto de comullión (koinonío), ya puesto de relieve en los textos del Concilio Vaticano II (I), es muy adecuado para expresar el núcleo profundo del Misterio de la iglesia y, ciertamente,puede ser una clave de lectura para una renovada eclesiología católica (2). La profundización en la realidad de la Iglesia como Comunión es, en efecto, una tarea particularmente importante, que of rece amplio espacio a la reflexión teológica sobre el misterio de la Iglesia, «cuya naturaleza es tal que admite siempre nuevas y más profundas investigaciones> (3). Sin embargo, algunas visioneseclesiológicas manifiestan una insuficiente comprensión de la Iglesia en cuanto misterio de comunión, especialmente por la falta de una adecuada integración del concepto de comunión con los de Pueblo de Dios y de Cuerpo de Cristo, y también por un insuficiente relieve atribuido a la relación entre la Iglesia como comunión y la Iglesia como sacramento.
2. Teniendo en cuenta la importancia doctrinal,pastoral y ecuménica de los diversos aspectos relativos a la Iglesia considerada como Comunión, la Congregación para la Doctrina de la re, con la presente Carta, ha estimado oportuno recordar brevemente y clarificar, donde era necesario, algunos de los elementos fundamentales que han de ser considerados puntos firmes, también en el deseado trabajo de profundización teológica.
I. LA IGLESIA, MISTERIODE COMUNION
3. El concepto de Comunión esta «en el corazón del autoconocimiento de la Iglesia>) (4), en cuanto misterio de la unión personal de cada hombre con la Trinidad divina y con los otros hombres, iniciada por la fe (5), y orientada a la plenitud escatológica en la Iglesia celeste, aun siendo ya una realidad incoada en la Iglesia sobre la tierra (6).
Para que el concepto de comunión,que no es unívoco, pueda servir como clave interpretativa de la eclesiología, debe ser entendido dentro de la enseñanza bíblica y de la tradición patrística, en las cuales la comunión implica siempre una doble dimensión: vertical (comunión con Dios) y horizontal (comunión entre los hombres). Es esencial a la visión cristiana de la comunión reconocerla ante todo como don de Dios, como fruto de lainiciativa divina cumplida en el misterio pascual. La nueva relación entre el hombre y Dios, establecida en Cristo y comunicada en los sacramentos, se extiende también a una nueva relación de los hombres entre sí. En consecuencia, el concepto de comunión debe ser capaz de expresar también la naturaleza sacramental de la Iglesia mientras «caminamos lejos del Señor» (7), así como la peculiar unidadque hace a los fieles ser miembros de un mismo cuerpo, el cuerpo místico de Cristo (8), una comunidad orgánicamente estructura da (9), «un pueblo reunido por la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santoo (10), dotado también de los medios adecuados a la unión visible y social (Il).
4. La comunión eclesial es al mismo tiempo invisible y visible. En su realidad invisible, es comunion decada hombre con el Padre por Cristo en el Espíritu Santo, y con los demás hombres copartícipes de la naturaleza divina (12), de la pasión de Cristo (13), de la misma fe (14), del mismo espíritu (15). En la Iglesia sobre la tierra, entre esta comunión invisible y la comunión visible en la doctrina de los apóstoles, en los sacramentos y en el orden jerårquico, existe un íntima relación. Mediante estosdones divinos, realidades bien visibles, Cristo ejerce en la historia de diversos modos sufunción profética, sacerdotal y real para la salvación de los hombres (16). Esta relación entre los elementos invisibles y los elementos visibles de la comunión eclesial es constitutiva de la Iglesia como Sacramento de salvación.
De esta sacramentalidad se sigue que la Iglesia no es una realidad...
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