La Iliada De Homero

Cabuliwallah
Rabindranath Tagore
Mi hija de cinco años Mini no puede vivir sin la charla. Realmente creo que en toda su vida ella no ha gastado un minuto en el silencio. Su madre a menudo es fastidiada en esto, y le gustaría parar su charla, pero no no. Para Mini ser tranquilo es poco natural, y no puedo llevarlo mucho tiempo. Y entonces mi propia conversación con ella es siempre animada. Unamañana, por ejemplo, cuando yo estaba en medio del decimoséptimo capítulo de mi nueva novela, mi poco Mini robó en el espacio, y la puesta de su mano en lo mío, dijo: ¡" Padre! ¡Ramdayal, el portero, llama un kauwa a un kak! Él no sabe nada, verdad? "
Antes de que yo pudiera explicarle la diferencia entre una lengua y el otro en este mundo, ella había emprendido la marea llena de otro sujeto. ¿"Qué piensa usted, el Padre? ¡Bhola dice que hay un elefante en las nubes, haciendo volar el agua fuera de su tronco, y es por eso que llueve! " Y luego, arrojadizo de nuevo, mientras me senté todavía, tratando de pensar en alguna respuesta a esto: ¡" Padre! ¿qué relación la madre es a usted? " Con una cara grave busqué la forma de decir: ¡" Vaya y el juego con Bhola, Mini! ¡Estoy ocupado! "
Laventana de mi espacio pasa por alto el camino. El niño se había asentado en mis pies cerca de mi mesa, y jugaba suavemente, tabaleando sobre sus rodillas. Yo era difícil en el trabajo sobre mi decimoséptimo capítulo, en cual Pratap Singh, el héroe, acabo de coger Kanchanlata, la heroína, en sus armas, y estoy a punto la fuga con ella por la tercera ventana de piso del castillo, cuando de repente Minidejado su juego, y corrí a la ventana, gritos: ¡" Un Cabuliwallah! ¡Un Cabuliwallah! ' Y de verdad, en la calle debajo, había un Cabuliwallah, andando despacio a lo largo. Él llevó la ropa floja, manchada de su gente, y un alto turbante; él llevó una bolsa sobre su espalda, y las cajas de uvas en su mano.
No puedo decir lo que los sentimientos de mi hija consistían en cuando ella vio a este hombre,pero ella comenzó a llamarle fuerte. ¡" Ah! ¡" pensé, " él entrará, y mi decimoséptimo capítulo nunca será terminado! " En este momento el Cabuliwallah dio vuelta, y alzó la vista en el niño. Cuando ella vio esto, ella fue vencida por el terror, y controlando a la protección de su madre desapareció. Ella tenía una creencia ciega que dentro de la bolsa, que el hombre grande llevó, había quizás doso tres otros niños como ella. El vendedor ambulante mientras tanto entró en mi entrada y me saludó por una risa.
Tan precario era la posición de mi héroe y mi heroína, que mi primer impulso era de parar y comprar algo, ya que Mini había llamado al hombre a la casa. Hice algunas pequeñas compras, y comenzamos a hablar de Abdur Rahman, los rusos, el inglés, y la Política Fronteriza. Como él estuvo apunto de marcharse, él preguntó: ¿" Y dónde está la niña, Señor? " Y luego, pensando que Mini debe deshacerse de su miedo falso, yo la tenía publicado.
Ella apoyó a mi silla, y miró el Cabuliwallah y su bolsa. Él ofreció su loco y pasas, pero no la tentarían, y sólo agarrado el más cerca a mí, con todo ella duda aumentado. Esto era su primera reunión.
Unas mañanas más tarde, sin embargo, como yoabandonaba la casa, estuve asustado para encontrar Mini, asentado sobre un banco cerca de la puerta, riendo y hablando, con gran Cabuliwallah en sus pies. En toda su vida, apareció, mi pequeña hija nunca había encontrado un oyente tan paciente, salva a su padre. Y ya la esquina de su pequeño sari fue llenada de almendras y pasas, el regalo de su visitante. ¿" Por qué le dio usted aquellos? " Dije,y el sacamiento de un pedazo ocho-anna, se lo di. El hombre aceptó el dinero sin la vacilación, y lo puso en su bolsillo.
¡¡Ay!, sobre mi vuelta, una hora más tarde, encontré que la moneda desafortunada había hecho dos veces su propio valor de problema! Ya que el Cabuliwallah lo había dado a Mini, y su madre, cogiendo la vista del objeto brillante redondo, se había echado encima de al niño con...