La Imagen En Historia
Mario P. Díaz Barrado
La influencia que la Imagen ha adquirido en todos los ámbitos
y el interés y la atención que suscita este hecho no tiene, a nuestro
entender, una correspondencia adecuada en el entorno académico
y universitario en el nivel de reflexión e investigación. Ocurre especialmente
en las disciplinas humanísticas que, si bien consideranimportante y necesario tener en cuenta la irrupción masiva de la
imagen para sus tareas y perciben también la educación en la imagen
de las nuevas generaciones, aún se encuentran apegadas a estrategias
de investigación y de docencia que tienen más que ver con la cultura
escrita, derivada del éxito indudable del libro, que con los nuevos
soportes para la transmisión de información.
La atención yel interés que ha despertado este fenómeno no
ha sido, como decimos, suficiente en nuestro entorno investigador.
Para los historiadores la Imagen ha sido siempre, y como mucho,
un auxiliar para su trabajo. Llama la atención que los historiadores
de la época contemporánea apenas la tengan en cuenta, a pesar
de que este período ha contemplado el asentamiento definitivo de
la imagen con elsurgimiento, primero, de la fotografía, el cine,
la TV y, por fin y recientemente, los nuevos soportes surgidos con
el desarrollo de la Informática. Unicamente en la Historia del Arte
ha recibido una consideración importante, tal vez obligada por la
propia finalidad de la disciplina, si bien es cierto que no suele
pasarse de la simple catalogación y organización de las imágenes
AYER 24,:,199618 Mario P. Díaz Barrado
por períodos, estilos, etc. No se ha abordado todavía, en el conjunto
de las disciplinas humanísticas, una reflexión, desde planteamientos
teóricos y metodológicos, sobre la función de la Imagen tanto en
el pasado como en nuestros días.
Fruto de la importancia de la cultura escrita -que por supuesto
no pretendemos desplazar, más bien todo lo contrario- se sigueargumentando que la imagen es instantánea, que captura la atención
súbitamente pero que, por eso mismo, se queda en la superficie,
no permite la reflexión profunda, el diálogo que nos permite sostener
un libro.
Es verdad que la imagen no ha logrado, aún, conformar un discurso
tan elaborado y penetrante como el que ha alcanzado la palabra
a través del libro -que por otra parte costó mucho tiempo yesfuerzo-,
pero ese discurso tan perfeccionado supone hoy un problema
sobre todo de acceso a la información, especialmente por la forma
en que se dispone en el soporte de papel. Cada vez contamos con
más publicaciones sobre el mismo asunto, pero también tenemos
más dificultades para acceder a ella.
La cuestión central que se aborda en este número es, a nuestro
entender, el cambio en lossoportes que se ha producido en los últimos
años y que ha favorecido el impacto y la presencia determinante
de la imagen como transmisor de información. En la inmediatez
de la imagen se encierra a la vez su fuerza y su peligro, pero su
mayor influencia en la actualidad está determinada por situarse en
un nuevo soporte, que ha venido a sustituir al papel donde tenía
una función auxiliar ylimitada, al estar concebido inicialmente para
otro vehículo de comunicación como la escritura.
No obstante, incluso en los soportes nacidos para la escritura,
la imagen irrumpió con fuerza, desplazando a la palabra a funciones
marginales (pensemos en las revistas o magazines ilustrados desde
los años treinta-cuarenta de nuestro siglo y en la prensa del corazón).
Todo ello ha provocado, en unproceso de apenas un siglo, que
para millones de personas el mundo ya no se evoca mediante el
texto, sino que se presenta o representa a través de la Imagen. No
es que tengamos que renunciar a la evocación, pero es necesario
abordar la representación.
Introducción: La Imagen en Historia 19
Una imagen orienta el sentido de la opmlOn pública. En los
años sesenta las imágenes de la guerra de...
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