La. imaginación colanizada
El conflicto con la cultura de la metrópoli no fue tan sólo una
5 experiencia propia de los misioneros, sino que también participaron en
ella todos los que tuvieron algo que ver con la labor intelectual. Nadie
acusó las contradicciones de un modo más agudo que la mayor figura
literaria del período colonial, la monja mexicana sor Juana Inés de la
Cruz (1648-1695).Su posición era aún más difícil por el hecho de ser
10 una mujer y tener por lo tanto menos caminos que elegir. De hecho sólo
tenía dos posibilidades efectivas, el matrimonio o la vida religiosa. A
una edad muy temprana, y después de un breve período de servicio en
la corte virreinal de México, tomó el velo por razones que explicó en
una carta conocida por Respuesta a sor Filotea de la Cruz(1691):
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Entréme religiosa, porque aunque conocía que
tenía el estado cosas ( de las accesorias
hablo, no de las formales) muchas
repugnantes a mi genio, con todo, para la
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total negación que tenía al matrimonio, era
lo menos desproporcionado y lo más decente
que podía elegir en materia de la seguridad
que deseaba de mi salvación; a cuyo primer
respeto (como al fin más importante)25
cedieron y sujetaron la cerviz todas las
impertinencillas de mi genio, que eran de
querer vivir sola, de no querer tener
ocupación obligatoria que embarazase la
libertad de mi estudio, ni rumor de
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comunidad que impidiese el sosegado silencio
de mis libros.
Su entrada en el convento no significó para ella la tranquilidad
definitiva. En el curso de su vida las exigencias de unainquieta
35 inteligencia le empujaron a expresar sus conflictos valiéndose de toda
clase de formas literarias: en poesía, componía romances, redondillas,
liras, silvas, villancicos y obras de carácter filosófico, como El sueño
(referido como Primero Sueño); en el teatro, escribía sainetes, loas, autos
y comedias profanas; y en polémicas religiosas y escritos en prosa.
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Como poeta, era másintelectual que lírica. Sus poemas suelen
ser de tipo discursivo, y demuestra estar muy preocupada por la
extensión y limitaciones del conocimiento intelectual. Uno de sus
1
Franco, Jean, Historia de la literatura hispanoamericana, Ariel,
edición revisada y puesta al día, Barcelona, 1990.
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romances, por ejemplo, lleva por título .El romance
termina con los siguientes versos:
Aprendamos
a
ignorar,
Pensamiento,
pues
hallamos
Que
cuanto
añado
al
discurso,
Tanto le usurpo a los años.
Sentimiento que parece estar en contradicción con el apasionado
amor que sentía por las ciencias. Su visión racional se extiende a sus
emociones, como muestran los títulos de algunos de sus romances y
redondillas. Por ejemplo, enuno de sus poemas sintetiza el tema de
este modo: ; y en otro: . La pugna entre la razón y
el irracionalismo es uno de sus temas predilectos, que a menudo se
plasma en un ingenioso juego de contradicciones:
En
dos
partes
dividida
tengo
el
alma
en
confusión,
una esclava a la pasión
y
otra a la razón medida.
En otros poemas la contradicción se expresa como una disputa
entreenamorados que riñen o entre rivales por amor, entre Fabio y
Silvio, o Feliciano y Lisardo.
Uno de los poemas más ambiciosos de sor Juana, El sueño, ilustra
tanto su genio como sus limitaciones. Aunque el poema se presenta
como una imitación de Góngora, la autora carece de la sensualidad y de
la fuerza plástica del poeta español. La suya es una actitud intelectual.
En la descripción que hace el poemadel alma sumida en el sueño, el
poeta ve el sueño más como un fenómeno físico que como algo que da
acceso a un mundo misterioso e irracional.
El cuerpo siendo, en sosegada calma,
un
cadáver
con
alma,
muerto a la vida y a la muerte vivo,
de lo segundo dando tardas señas
el del reloj humano
vital
volante que, si no con mano,
con
arterial
concierto,
unas
pequeñas
muestras,...
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