la importancia de la administracion
La oración y el horizonte azul
POR EL DIETER F. UCHTDORF
Liahona junio 2009, págs. 3 – 5
Una de las cosas que más me gustaban de volar en avión era salir de un aeropuerto oscuro y lluvioso, ascender através de espesas y amenazantes nubes de invierno y, entonces, repentinamente, traspasar la oscura neblina y ganar una pronunciada
altitud hacia el sol brillante y un interminable cieloazul.
A menudo me maravillaba la semejanza que existe entre este fenómeno físico y nuestra vida. ¿Cuán a menudo nos encontramos en medio de nubes amenazantes y un clima tormentoso preguntándonos si en algún momento la oscuridad se desvanecerá? ¡Si tan sólo existiera la manera de elevarnos por encima de la confusión de la vida y abrirnos camino hacia un lugar de paz y tranquilidad!
Los miembros de LaIglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sabemos que esto es posible: existe el modo de elevarse por encima de las turbulencias de la vida cotidiana. El conocimiento, la comprensión y la guía que recibimos gracias a la palabra de Dios y a la guía de los profetas de la actualidad nos muestran la manera precisa de hacerlo.
Fuerza propulsora
A fin de lograr que un avión despegue,debe producirse la fuerza propulsora. En aerodinámica, la fuerza propulsora se produce cuando el aire pasa sobre las alas de un avión de manera tal que la presión que hay debajo del ala sea mayor que la presión que hay sobre ella. Cuando la fuerza propulsora supera a la fuerza de la gravedad, el avión se levanta del suelo y empieza a volar.
De manera semejante, nosotros podemos crear una fuerzapropulsora en nuestra vida.
Cuando la fuerza que nos empuja en dirección el cielo es mayor que las tentaciones y la aflicción que nos arrastran hacia abajo, podemos ascender y remontarnos al reino del Espíritu.
Los diccionarios describen la fuerza propulsora como la fuerza que lleva o dirige a un objeto de una posición inferior a una superior; el poder o la fuerza disponible para elevar a un nuevonivel o altitud; una fuerza que actúa en una dirección ascendente, que resiste la gravedad1.
El salmista tiene la mira puesta en algo mucho más alto: “A ti, oh Jehová, levantaré mi alma” (Salmos 25:1) y “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová” (Salmos 121:1–2).
Alzamos nuestros ojos hacia el Dios del cielo al cultivar nuestra propia espiritualidad;lo hacemos al vivir en armonía con el Padre; el Hijo, nuestro Salvador; y el Espíritu Santo; lo hacemos al esforzarnos por ser verdaderamente “sumiso[s], manso[s],
humilde[s], paciente[s], lleno[s] de amor y dispuesto[s] a someter[nos] a cuanto el Señor juzgue conveniente imponer sobre
[nosotros], tal como un niño se somete a su padre” (Mosíah 3:19).
La oración nos ayuda
a superar lasépocas
tormentosas; nos
revela una nueva
visión: un horizonte
glorioso y espiritual
lleno de esperanza y
la convicción de las
grandes bendiciones
que el Señor les ha
prometido a aquellos
que lo aman y lo
siguen.
La oración es un don divino que tiene por objeto ayudarnos
a alcanzar la fuerza propulsora espiritual; realza y cultiva nuestra relación con Dios.
La oración sincera delcorazón justo
Si bien hay muchos principios del Evangelio que nos ayudan a lograr la fuerza propulsora, quisiera centrarme en uno en
particular. La oración es uno de los principios del Evangelio que nos ayuda a elevarnos.
La oración tiene el poder de elevarnos por encima de las preocupaciones del mundo, de llevarnos más allá de las nubes
de desesperación y oscuridad, hacia un horizonteresplandeciente y despejado.
Una de las más grandes bendiciones, privilegios, y oportunidades que tenemos como hijos de nuestro Padre Celestial es que
podemos comunicarnos con Él.
Podemos hablar con Él de las experiencias, pruebas y bendiciones de nuestra vida. Podemos escuchar para recibir guía celestial por medio del Espíritu Santo.
Podemos ofrecer nuestras peticiones al cielo y recibir la...
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