la impronta de casandra
El escritor argentino Roberto Mateo, en su novela "La impronta de Casandra", toma la idea original del mito y la modifica dándole otros matices; como ejemplo, Apolo no sólo le dio el poder de predecir el futuro sino que, a pedido de ella misma, recibe el don de la inmortalidad, el don de la palabra justa y el deseo de convertirse en protectora de los artistas de la palabra. Coneste giro en el mito original, el autor de esta novela consigue traer a Casandra hasta la época actual, generándole encuentros a través de la historia con escritores que en algún momento de su obra la mencionan; por este paseo histórico Casandra conoce, influye y ampara a Eurípides, Esquilo, Schiller y Rossetti al igual que al personaje central de esta novela, a quien conoce en última instancia.Biografía del autor Roberto Mateo:
El autor de esta, su primera novela, es un chaqueño nacido en Formosa, de 35 años, casado, 2 hijos, residente en Resistencia, ciudad donde hoy se gana la vida como administrativo de una AFJP, tras haberlo hecho sucesivamente como diariero, carpintero, albañil, herrero, pintor, plomero, y hasta como enfermero, tal como el mismo lo confiesa, agregandoser—curricularmente hablando—“lector desordenado y continuo, escritor desde siempre, poeta sólo en la pubertad, cuentista desde la adolescencia, novelista futuro, 3er Premio Concurso de Cuentos de la SADE, y con una obra incluida en la Antología Cuentos del Solar”.
Resumen de la obra
El personaje principal de la obra es un simple padre de familia que está incursionando en el mundo de la literatura.Atrapado por su primer novela comienza a dedicarle menos tiempo a sus amigos, su trabajo y a su familia; pronto se encuentra en casa solo y desahuciado. Esto lo lleva a tomar la decisión de no salir de ella hasta culminar su novela. Un periódico deslizado por la puerta lo hace desistir, concurriendo a la presentación de un libro, en un atisbo de pasión recuerda a Casandra y la busca en la multitud deaduladores; sale del lugar sin poder encontrarla. En su caminar se topa con un diariero, en el que observa la simpleza de la vida que lleva, envidiando, anhelando, recordando, se tira en un rincón de la calle a llorar por lo perdido. Una mano lo levanta y lo lleva de paseo por la ciudad, hasta dar con un bar en el que varias personas prestan atención a un hombre leyendo un libro; es una presentaciónde libros muy diferente a la que había asistido anteriormente, pronto se encuentra solo son con el presentador en una conversación interminable. Regresa a casa para volcar todo el conocimiento adquirido en su obra y tachar días en el almanaque.
Pasaron días hasta sentir otra necesidad más que la de gastar el lápiz, sin dinero tuvo que salir en busca de algún trabajo que le diera de comer sinrobarle demasiado tiempo, así llego a ser lava platos por varias noches hasta encontrarse con aquel diariero, el cual le extendió la mitad de sus diarios sin mediar palabra alguna. Los días que siguieron busco incansablemente a Casandra, necesitaba de ella para seguir con su obra, “al filo de la navaja” recordó. La encontró a la salida de una editorial, tratando de no sorprenderse por su repentinaaparición, luego de la negativa de la editorial la considero como la luz del día. Caminando seguidos de todas las miradas llegaron a lo de un encuadernador atiborrado de libros, terminados, sin terminar, nuevos, viejos, tomo uno de ellos y se perdió en la lectura, acerco un sillón de mimbre, el cual tomaría la forma de su cuerpo luego de innumerables visitas a su nuevo amigo de cabello cano quienle relataría la historia que le permitió vislumbrar la realidad de que Casandra era real y él era uno de los afortunados de poder contar con tan bella musa.
El primero de ellos fue un soldado ateniense quien triunfo en trece concursos trágicos, el final de sus obras era siempre la misma: una súplica por el regreso de aquella joven de la cual jamás supo el nombre. Que dolor placentero brotaba...
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