La independencia
Páginas: 4 (775 palabras)
Publicado: 12 de agosto de 2010
Opiniones de los chilenos en mayo de 1810
En 1810, muy pocos chilenos había que fueran partidarios resueltos de la independencia absoluta de su patria. Sólo podría citarse sin incurrir en yerro,a dos personajes que se hallaban en ese caso: don José Antonio de Rojas, en Santiago, y don Bernardo O’Higgins, en Concepción. Hasta fines de 1809, don Juan Martínez de Rozas creía posibles dosacontecimientos: el triunfo de España sobre los ejércitos de Napoleón, en lo que no se equivocaba, y la reanudación completa de los lazos que desde el siglo XV ataban al Nuevo Mundo con los soberanos deCastilla, en lo que padecía profundo error.
Los que, como el doctor Rozas, antes del 18 de septiembre de 1810, veían oscuro el porvenir, trataban de ajustar su conducta calculadora a las diversasexpectativas que ofrecía el horizonte político.
Fuera de Rojas y de O’Higgins, los demás criollos que en Santiago tomaban activa parte en política, siguiendo el ejemplo de las principales ciudades dela Península, sólo aspiraban a elegir una Junta que gobernara en la Capitanía General durante el Cautiverio de Fernando VII.
Este era entonces el anhelo máximo de don Juan Antonio Ovalle, donAgustín de Eyzaguirre, don Manuel de Salas, don José Miguel Infante, don Fernando, don Isidoro, y don Francisco Javier de Errázuriz y Aldunate, don José Gregorio Argomedo, don Gaspar Marín, don DomingoJosé y don José Joaquín de Toro y Valdés, don Carlos Correa de Saa, don José María de Rozas y don José Antonio Ovalle y Vivar.
En mucha parte, sin duda alguna, había influido en el predominio de esteplan la arraigada convicción que se había formado sobre el asunto el ilustre patricio don Juan Antonio de Ovalle y Silva, a quien sus contemporáneos llamaban el maestro. Poseedor de una gran fortunay con los conocimientos generales que podían proporcionar los colegios de la época, su palabra era muy respetada entre los miembros de su numerosa familia y entre los más esclarecidos vecinos de la...
En 1810, muy pocos chilenos había que fueran partidarios resueltos de la independencia absoluta de su patria. Sólo podría citarse sin incurrir en yerro,a dos personajes que se hallaban en ese caso: don José Antonio de Rojas, en Santiago, y don Bernardo O’Higgins, en Concepción. Hasta fines de 1809, don Juan Martínez de Rozas creía posibles dosacontecimientos: el triunfo de España sobre los ejércitos de Napoleón, en lo que no se equivocaba, y la reanudación completa de los lazos que desde el siglo XV ataban al Nuevo Mundo con los soberanos deCastilla, en lo que padecía profundo error.
Los que, como el doctor Rozas, antes del 18 de septiembre de 1810, veían oscuro el porvenir, trataban de ajustar su conducta calculadora a las diversasexpectativas que ofrecía el horizonte político.
Fuera de Rojas y de O’Higgins, los demás criollos que en Santiago tomaban activa parte en política, siguiendo el ejemplo de las principales ciudades dela Península, sólo aspiraban a elegir una Junta que gobernara en la Capitanía General durante el Cautiverio de Fernando VII.
Este era entonces el anhelo máximo de don Juan Antonio Ovalle, donAgustín de Eyzaguirre, don Manuel de Salas, don José Miguel Infante, don Fernando, don Isidoro, y don Francisco Javier de Errázuriz y Aldunate, don José Gregorio Argomedo, don Gaspar Marín, don DomingoJosé y don José Joaquín de Toro y Valdés, don Carlos Correa de Saa, don José María de Rozas y don José Antonio Ovalle y Vivar.
En mucha parte, sin duda alguna, había influido en el predominio de esteplan la arraigada convicción que se había formado sobre el asunto el ilustre patricio don Juan Antonio de Ovalle y Silva, a quien sus contemporáneos llamaban el maestro. Poseedor de una gran fortunay con los conocimientos generales que podían proporcionar los colegios de la época, su palabra era muy respetada entre los miembros de su numerosa familia y entre los más esclarecidos vecinos de la...
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