La indiferencia ante el dolor
Giselle de la Hoz
direccion@duelo.org
Llevo muchos días reflexionando y tratando de entender el silencio y la indiferencia de la sociedad panameña sobre las decisiones quenuestros gobernantes toman. Yo particularmente tengo que admitir que he perdido el respeto hacia algunas autoridades y la pregunta que me hago es: ¿se ha perdido la dignidad? Comprendiendo pordignidad, el derecho y la reverencia de lo que merecemos y que otros merecen.
Este merecimiento del cual se despiertan grandes tertulias más no acciones, nos dirige a esa actitud miope de no mirar haciaun futuro que contenga un gran aprendizaje del pasado y como lo mencioné en el artículo Un Duelo Pendiente, “por lo que corremos el riesgo de quedar anclados en el pesimismo y la impotencia sin tenerla mínima ilusión de querer salir hacia delante”. Nuestra actitud debe ir encaminada hacia el respeto de los derechos de los demás y la preocupación por su bienestar.
El accidente doloroso queacabamos de vivir nos hace percibir palpablemente la falta de aprendizaje y liderazgo de situaciones pasadas en donde el valor de la responsabilidad se debe convertir en la esencia de nuestraexistencia. Espero que este penoso episodio, despierte aspectos ocultos que nos lleven a la transformación, y estimule la entereza y valentía de tomar decisiones transcendentales que nos haga ver claramenteel horizonte. Quiero decir que a pesar de que el hecho no contenga intencionalidad, siempre queda un grado de responsabilidad que debemos enfrentar y sacarle un aprendizaje que nos permitaintegrar medidas preventivas. Controlar todo lo que está a nuestro alrededor es imposible, pero si es nuestra responsabilidad establecer nuevos criterios y límites que nos permitan prevenir situaciones ymadurar como nación.
Haciendo un paréntesis, hace un tiempo atrás leí un libro del Dalai Lama donde menciona los tres venenos de nuestra humanidad: la ignorancia, el deseo y la ira y me causó...
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