La Industria Cultural
La industria cultural
Por Theodor Adorno
Parece probable que el término de industria cual haya sido empleado por primera vez en el libro Dialektik der Aufklärung que publicamos Horkheimer y yo en Amsterdam en 1947. En nuestros bosquejos, sehablaba de cultura de masas. Hemos abandonado esta última expresión, para reemplazarla por la de “industria cultural”, con el objeto de excluir en primer lugar la interpretacioón que gusta a los abogados de la cultura de masas; éstos pretenden en efecto que se trata de algo así como una cultura que surge instantáneamente de las propias masas, en suma, de la forma actual del arte popular. Ahora bien,la industria cultural se diferencia por principio de este arte. En todos sus campos se confeccionan, más o menos de acuerdo a un plan, los productos que se estudian para el consumo de las masas y que determinan en gran medida ese consumo. Los diversos campos se parecen por su estructura o al menos se interrelacionan. Se completan casi sin carencias, para constituir un sistema. Eso, debido tanto alos medios actuales de la técnica como a la concentración económica y administrativa. La industria cultural es la integración deliberada de los consumidores, en su más alto nivel. Integra por la fuerza incluso aquellos dominios separados desde hace milenios del arte superior y el arte inferior. Perjudicando a los dos. El arte superior se ve frustrado en su seriedad por la especulación sobre elefecto; al arte inferior se le quita con su domesticación civilizadora el elemento de naturaleza resistente y ruda que le era inherente, desde que no estaba controlado enteramente por el superior. La industria Cultural tiene en cuenta sin duda el estado de conciencia e inconciencia de los millones de personas a las que se dirige, pero las masas no son el factor primordial sino un elemento secundario,un elemento de cálculo; un accesorio de la maquinaria. El consumidor no es rey, como “querría la industria; no es el sujeto, sino el objeto. El término mass media que se le ha impuesto la industria cultural, no hace sino minimizar el fenómeno. Sin embargo, no se trata en primer lugar de las masas, ni de las técnicas de comunicación como tales, sino del espíritu que les es insuflado a través de lavoz de su conductor. La industria cultural abusa de sus prevenciones con respecto a las masas para afirmar y corroborar su actitud, que considera a priori como una base inmutable. Todo lo que podría transforrnar esta actitud está excluido. Las masas no son la medida, sino la ideología de la industria cultural, aunque ésta no pueda existir sin adaptarse. Los comerciantes culturales de la industriase basan, como dijeron Brecht y Suhrkamp hace ya treinta años, sobre el principio de su comercialización y no en su propio contenido y su construcción exacta. Toda la praxis de la industria cultural aplica decididamente la motivación del beneficio a los productos autónomos del espíritu. Ya que en tanto que mercancías esos productos dan de vivir a sus autores, estarían un poco contaminados. Perono se esforzaban por alcanzar ningún beneficio que no fuera inmediato, a través de su propia realidad. Lo que es nuevo en la industria cultural es la primacía inmediata y confesada del efecto, muy bien estudiado en sus productos más típicos. La autonomía de las obras de arte, que ciertamente no ha existido casi jamás
en forma pura, y ha estado siempre señalada por la búsqueda del efecto, se vioabolida finalmente por la industria cultural. No es necesario destacar aquí una voluntad consciente de sus promotores. Más bien habría que derivar el fenómeno de la economía, de la búsqueda de nuevas posibilidades de hacer fructificar el capital en los países altamente industrializados. Las antiguas posibilidades se hacen más y más precarias a causa de ese mismo proceso de concentración que...
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